Al verlos intercambiar mimos y picardias, cualquiera pensará que se trata de un cuadro familiar de padre e hija o de madre e hijo; pero no es así: ellos son pareja!
Estos casos aunque frecuentes no dejan de llamar la atención y curiosidad.
Los expertos en conductas humanas explican que en estas uniones el atractivo físico y sexual no es lo más importante. En su lugar, el encanto viene dado por la personalidad, la sabiduría y el poder que simboliza estar con una persona mayor, supuestamente con experiencia. La superioridad cultural, intelectual y económica pesan en estas relaciones. Existe cierto consenso de opinión entre psicólogos en que la elección de una pareja mayor puede estar relacionada con necesidades de carácter emotivo como la carencia paterna durante la infancia de algunas mujeres o bien de la carencia materna en caso de los hombres. Del otro lado, la contraparte, la persona mayor, pueden hallar en este tipo de relaciones una via para reforzar su autoestima.
"Lo que importa es el amor y no lo que diga la gente".
En cuanto a las posibilidades de éxito en este tipo de relaciones, según estadísticas, al cabo de cinco años tienden a quebrarse o consolidarse. Problemas sexuales, diferencias en los intereses y maneras de ver la vida, son elementos que pueden atentar contra la estabilidad de la pareja.
Cuando la diferencia es notable (20 años o más) uno de los dos trata de llevar al otro a su ámbito. Si la mujer es menor, tratará de rejuvenecer al hombre o se "aseñorará" para encajar en el entorno de él. Este es el caso más frecuente, lo que muchas veces se traduce en la restricción de su autonomía.
Asumir el rol de padre o madre generalmente suele llevar al fracaso: es necesario que haya igualdad y tanto ella como él deben ubicarse en un mismo plano.
En cuanto a la sexualidad, se sabe que la mujer alcanza su mayor intensidad sexual después de los 30; mientras que el hombre tiene su mejor momento entre los 18 y 30 años, cuando empieza a decaer gradualmente. Esto podría explicar porque un hombre de 25 años y una mujer de 40 puedan estar juntos, ya que sexualmente están en un momento similar. No obstante, los hombres maduros suplen su "decadencia" sexual con conocimiento lo que puede ser altamente satisfactorio para la mujer más joven.
A pesar de todo eso estos nexos pueden llegar a consolidarse si existe una buena integración recíproca a las vivencias, necesidades y experiencias de cada cual, sin que esto conlleve a la pérdida de las libertades individuales.
Como en otras circunstancias, la existencia de un sentimiento sincero y profundo, aunado al compromiso, respeto y comunicación son claves para el éxito de toda relación humana.
hola. a propósito de este post, quiero recordarte una memorable frase de florentino ariza, al hablar de su vitalidad al sur de la cintura: "eso es un músculo como cualquier otro, si se ejercita se mantiene en forma".
ReplyDeletepues sí: hay que mantenerlo en forma. quizás por eso es que las parejas en que el hombre le lleva varios años a la mujer -de 15 para arriba- funcionan muy bien. ya sabes que si el sexo es bueno, representa el 5% de la relación, pero si es malo, es el 95% de la relación.