El respeto es como la atención: no se exige, se genera.
Erróneamente muchos piensan que el respeto se
gana por poseer una posición social o económica en la vida; por gritar más
alto, por mandar. Esos son solo comportamientos de enormes egos que aman que
alrededor de ellos se forme una especie de casta de veneradores (o aguantadores)
de primera línea. Eso no es respeto.
El respeto se gana comportándose en manera
simple, coherente y correcta con nosotros mismos y con los otros.
Dinero, fama,
bienes materiales no son necesarios. La manera en que las otras personas nos
perciben no está relacionada a elementos extrínsecos (nivel social, dinero, estudios).
La integridad es la clave para lograrlo y lo más importante es tener siempre
presente que el respeto es como la atención: no se exige, se genera.
Las personas que gozan de un verdadero respeto,
generalmente poseen estas características:
1) Muestran respeto por los otros
2) Mantienen su palabra
3) Son coherentes
4) Ayudan a otros
5) Saben pedir ayuda si es necesario
6) Son francos y sinceros
7) Siempre se esfuerzan para mejorar
8) Se responsabilizan de sus actos
9) Utilizan el buen humor
10) Están abiertos a otras opiniones
11) Son gentiles
12) Saben ver el lado positivo de cada situación
13) Son modestos
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