Search

18/02/2019

Maestras al borde de un ataque de nervios…


Una de las tareas más complicadas para un docente es lograr que, durante la clase, sus alumnos permanezcan atentos y en silencio. 


El lenguaje verbal, no verbal y para verbal o los juegos, son algunas estrategias que se pueden utilizar para conseguir un clima adecuado para fomentar el aprendizaje y el silencio en el aula. Pero antes de saber cuáles son los métodos más adecuados para lograrlo es recomendable que nos autoevaluemos; una autocrítica constructiva y sincera es siempre una excelente herramienta de mejoramiento. 

Nuestra estrategia educativa utilizada y las técnicas que aplicamos son fundamentales para lograr atención y silencio. Analicemos si estamos aplicando metodologías dinámicas o, por el contrario, estáticas (clases magistrales); si el tono de voz que utilizamos es el correcto y si el ritmo de las explicaciones es demasiado rápido o demasiado lento.

Para facilitar que los alumnos permanezcan en silencio, previamente, hay que establecer (siempre juntos) normas: es una muestra de mutuo respeto. Una vez interiorizadas las normas, es posible recurrir a estrategias vocales, escritas o usar el lenguaje físico.

Podemos utilizar objetos conocidos aparentemente fuera de contexto, inusuales: un semáforo, una caja de música, unos banderines, un temporizador. Total creatividad, sin límites, siempre. Por ejemplo, si apagamos la luz repentinamente, los estudiantes luego de unos momentos de ruido, se calmarán.

Donde hay sorpresa, hay emoción; donde hay emoción, hay atención; donde hay atención, hay concentración, por ende silencio. 

Lo más importante es que lleguemos todos los días con una gran motivación (intrínseca) y ganas de reencontrar a nuestros alumnos con los cuales pasaremos buena parte de la jornada (y de nuestras vidas…)  



No comments:

Post a Comment

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...