Como apéndice de mi post en mi blog sobre la
ignorancia – Saber o (no querer) saber
-, me gustaría destacar un fenómeno que a pesar de haber existido desde que
nació el habla, hoy en día por determinadas circunstancias adquiere una
dimensión muy importante y en muchos casos, muy preocupante.
El fenómeno de la desinformación no es nuevo. Lo
que sucede hoy con la llegada de Internet y Redes Sociales, es que se está
intensificando. Internet y Redes están permitiendo que la información se
“democratice” y llegue a más personas pero al mismo tiempo permiten también que
información falsa se produzca, se difunda y se expanda a velocidad y proporciones
nunca antes vistas, produciendo el efecto diametralmente opuesto: el
desinformar.
Según mi opinión la mejor y única arma es y
será la educación.
Existen tres “laboratorios” de educación: 1. El
hogar – 2. El colegio – 3. El ambiente. Los tres deberían funcionar juntos y
separadamente para lograr resultados eficaces. Los padres, la escuela, los
profesores deben aportar a la preparación de las futuras generaciones a desarrollar
un pensamiento crítico: Enseñar a los más jóvenes a cuestionarse es fundamental
para sostener las verdaderas democracias y mejorar las falsas democracias.
El pensamiento crítico debe insertarse en todo
programa de educación cívica y enseñarse en todas las aulas, a todos los estudiantes
(independientemente de su edad y/o el grado que estén cursando) para que logren
ser capaces de analizar y cuestionar toda la información que constantemente reciben.
Eso genera un impacto positivo y necesario para el fortalecimiento de las
sociedades civiles.
La Inteligencia
Informacional (Media and Information
Literacy – MIL) es una competencia indispensable para el futuro. La UNESCO
la define como un conjunto combinado de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias
para la vida y el trabajo de hoy y abarca todos los tipos de medios de
comunicación y otros proveedores de información como: bibliotecas, archivos,
museos e Internet.
Este conjunto de competencias ayudará a los
ciudadanos de toda edad a comprender las funciones de los medios de
comunicación y de información, a evaluar críticamente los contenidos y a tomar
decisiones como usuarios y productores de información.
Deben implementarse iniciativas educativas para
enseñar Inteligencia Informacional,
alfabetización mediática en todo tipo de centros educativos a través de aulas
virtuales, cursos abiertos en línea, asociaciones, empresas digitales, medios
de comunicación, etc. Día a día se hace más evidente que se necesitan nuevas
iniciativas para educar no solo a estudiantes, sino a padres y profesores a
procesar los inmensos flujos de información que recibimos diariamente.
Italia, por ejemplo, desde 2017, lanzó un
programa que consiste en clases para enseñar cómo reconocer noticias falsas y cómo
verificar la información. La primera fase incluyó 8,000 escuelas y aproximadamente
4 millones de estudiantes.
Un tema que a pesar de ser de trascendental
importancia, aún no se ha posicionado como prioridad educacional.
Aquí les dejo el manifiesto de la Unesco sobre
las 5 Leyes de la “MIL”.