El maltrato emocional no utiliza la violencia
física por ende, carece de visibilidad y muy importante, de género. Cualquier
persona (mujer u hombre) puede ser víctima o victimario.
Es una forma de violencia sutil, difícil de
detectar y frenar. Se vale de ofensas verbales, amenazas, intimidación y
críticas constantes, así como tácticas sutiles de intimidación, vergüenza y
manipulación. El fin último es controlar y dominar a su víctima. No deja
heridas visibles como el maltrato físico, pero sus huellas no son menos
dolorosas y pueden causar daños irreversibles.
Recordemos que nuestro cerebro percibe el dolor
emocional de la misma manera que el dolor físico. Las consecuencias nefastas son
similares.
El maltrato emocional afecta las áreas de la
comprensión y el control de las emociones, así como las vinculadas con el
reconocimiento y la respuesta a los sentimientos de los demás. Son áreas de la
corteza prefrontal y el lóbulo temporal medial que normalmente se activan
cuando se les pide a las personas que piensen en sí mismas o reflexionen sobre
sus emociones. Con el maltrato emocional estas zonas del cerebro se vuelven más
finas, eso se debe a que, para poder lidiar con las abrumadoras experiencias de
angustia, el cerebro altera los patrones de señalización de las áreas
involucradas, reduciendo su nivel de conectividad. Como resultado del adelgazamiento
de la corteza cerebral, las víctimas del maltrato emocional son más propensas a
padecer depresión, tener cambios bruscos de humor y mostrar respuestas
emocionales más extremas. Van perdiendo la capacidad para reflexionar sobre sí
mismas y de encontrar la manera más adecuada de hacerle frente a las emociones.
Los principales rasgos del perfil de un maltratador
emocional no varían según el género.
1. Es intolerante
Suele ser una persona rígida que no respeta las
opiniones y decisiones de los demás. Llena de prejuicios y estereotipos, suele
reaccionar de manera agresiva cuando algo no corresponde con sus planes y
expectativas.
2. Es muy autoritario y controlador
Piensa que solo su manera de pensar y hacer las
cosas es la correcta, por lo que los demás deben someterse a su voluntad. Si no
lo obedecen se enfada, aunque no tenga razón. No está abierto al diálogo porque
cree que solo existe una verdad: la suya. Todo lo que no encaje en su manera de
ver el mundo simplemente está mal. Es un “asfixiador emocional”.
3. Piensa que todo es “blanco o negro”, “todo o
nada”
Para él no hay términos medios, las cosas están
bien o mal, lo cual lo lleva a desarrollar un pensamiento extremadamente rígido
que dificulta las relaciones con los demás y lo conduce a continuos
enfrentamientos.
4. Es un experto manipulador
Recurre al chantaje emocional para manipular a
sus víctimas y obtener lo que desea. Finge, culpabiliza al otro y genera miedo.
Su objetivo es desestabilizar emocionalmente a su víctima para presentarse
luego como su única salvación.
5. Es encantador
Es muy difícil descubrir un maltratador
emocional porque generalmente es una persona encantadora y detallista. Sabe muy
bien cómo ocultar su verdadero “yo” y cómo conquistar a su víctima.
6. Es crítico pero no autocrítico
No acepta críticas. Las interpreta como un
ataque personal. Suele ser hipersensible y se ofende con facilidad. Sin
embargo, no duda en criticar a los demás utilizando críticas destructivas ya
que su objetivo es someter.
7. Es emocionalmente inestable
Es un “analfabeto emocional”. Carece de autoconocimiento,
reacciona de manera muy intensa ya que tiene un escaso conocimiento y control
sobre sus emociones. Puede pasar rápidamente de estar de buen humor y ser agradable
a sentirse irritado y profundamente enfadado. Eso genera una enorme
incertidumbre y ansiedad en quienes lo rodean.
8. Tiene una baja autoestima
Proyecta una imagen de fuerza pero en realidad
la utiliza para esconder su baja autoestima e inseguridad. Necesita someter a
los demás para sentirse importante.
9. Es insensible
No es empático; es egocéntrico y egoísta. Esa
insensibilidad es lo que le permite manipular y causar daño a los demás sin
sentirse culpable.
10. Es hipócrita
Es común que prometa que cambiará su comportamiento
pero nunca lo hará; miente para seguir teniendo el control de sus víctimas. No
tiene reparos en mentir para alcanzar sus objetivos y no está dispuesto a
cambiar su forma de ser por los demás.
11. Es narcisista.
Tiene una percepción exagerada
y grandiosa de sí mismo, y cree que merece la continua admiración de los demás.
Tiende a exagerar sus propios logros y piensa que tiene todos los derechos pero
ningún deber. Generalmente es muy arrogante.
12. Es antisocial.
Muestra un patrón de
desprecio por los derechos de los demás y las reglas de la sociedad. Quebranta las
normas y las leyes sin experimentar ningún tipo de remordimiento.
13. No es consciente.
No conoce otra forma de
comportarse o de relacionarse, no posee las herramientas psicológicas para
hacerlo. Es muy probable que en su infancia haya sido víctima de maltrato
emocional.
Si frecuentan un maltratador emocional, pueden llamar al 0800-HUYAN...
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