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27/07/2017

Es invisible, no tiene género, pero hace mucho daño…










El maltrato emocional no utiliza la violencia física por ende, carece de visibilidad y muy importante, de género. Cualquier persona (mujer u hombre) puede ser víctima o victimario. 



Es una forma de violencia sutil, difícil de detectar y frenar. Se vale de ofensas verbales, amenazas, intimidación y críticas constantes, así como tácticas sutiles de intimidación, vergüenza y manipulación. El fin último es controlar y dominar a su víctima. No deja heridas visibles como el maltrato físico, pero sus huellas no son menos dolorosas y pueden causar daños irreversibles.

Recordemos que nuestro cerebro percibe el dolor emocional de la misma manera que el dolor físico. Las consecuencias nefastas son similares.

El maltrato emocional afecta las áreas de la comprensión y el control de las emociones, así como las vinculadas con el reconocimiento y la respuesta a los sentimientos de los demás. Son áreas de la corteza prefrontal y el lóbulo temporal medial que normalmente se activan cuando se les pide a las personas que piensen en sí mismas o reflexionen sobre sus emociones. Con el maltrato emocional estas zonas del cerebro se vuelven más finas, eso se debe a que, para poder lidiar con las abrumadoras experiencias de angustia, el cerebro altera los patrones de señalización de las áreas involucradas, reduciendo su nivel de conectividad. Como resultado del adelgazamiento de la corteza cerebral, las víctimas del maltrato emocional son más propensas a padecer depresión, tener cambios bruscos de humor y mostrar respuestas emocionales más extremas. Van perdiendo la capacidad para reflexionar sobre sí mismas y de encontrar la manera más adecuada de hacerle frente a las emociones. 

Los principales rasgos del perfil de un maltratador emocional no varían según el género.

1. Es intolerante
Suele ser una persona rígida que no respeta las opiniones y decisiones de los demás. Llena de prejuicios y estereotipos, suele reaccionar de manera agresiva cuando algo no corresponde con sus planes y expectativas.

2. Es muy autoritario y controlador
Piensa que solo su manera de pensar y hacer las cosas es la correcta, por lo que los demás deben someterse a su voluntad. Si no lo obedecen se enfada, aunque no tenga razón. No está abierto al diálogo porque cree que solo existe una verdad: la suya. Todo lo que no encaje en su manera de ver el mundo simplemente está mal. Es un “asfixiador emocional”.

3. Piensa que todo es “blanco o negro”, “todo o nada”
Para él no hay términos medios, las cosas están bien o mal, lo cual lo lleva a desarrollar un pensamiento extremadamente rígido que dificulta las relaciones con los demás y lo conduce a continuos enfrentamientos.

4. Es un experto manipulador
Recurre al chantaje emocional para manipular a sus víctimas y obtener lo que desea. Finge, culpabiliza al otro y genera miedo. Su objetivo es desestabilizar emocionalmente a su víctima para presentarse luego como su única salvación.

5. Es encantador
Es muy difícil descubrir un maltratador emocional porque generalmente es una persona encantadora y detallista. Sabe muy bien cómo ocultar su verdadero “yo” y cómo conquistar a su víctima.

6. Es crítico pero no autocrítico
No acepta críticas. Las interpreta como un ataque personal. Suele ser hipersensible y se ofende con facilidad. Sin embargo, no duda en criticar a los demás utilizando críticas destructivas ya que su objetivo es someter.

7. Es emocionalmente inestable
Es un “analfabeto emocional”. Carece de autoconocimiento, reacciona de manera muy intensa ya que tiene un escaso conocimiento y control sobre sus emociones. Puede pasar rápidamente de estar de buen humor y ser agradable a sentirse irritado y profundamente enfadado. Eso genera una enorme incertidumbre y ansiedad en quienes lo rodean.

8. Tiene una baja autoestima
Proyecta una imagen de fuerza pero en realidad la utiliza para esconder su baja autoestima e inseguridad. Necesita someter a los demás para sentirse importante.

9. Es insensible
No es empático; es egocéntrico y egoísta. Esa insensibilidad es lo que le permite manipular y causar daño a los demás sin sentirse culpable.

10. Es hipócrita
Es común que prometa que cambiará su comportamiento pero nunca lo hará; miente para seguir teniendo el control de sus víctimas. No tiene reparos en mentir para alcanzar sus objetivos y no está dispuesto a cambiar su forma de ser por los demás.

11. Es narcisista. 
Tiene una percepción exagerada y grandiosa de sí mismo, y cree que merece la continua admiración de los demás. Tiende a exagerar sus propios logros y piensa que tiene todos los derechos pero ningún deber. Generalmente es muy arrogante.

12. Es antisocial. 
Muestra un patrón de desprecio por los derechos de los demás y las reglas de la sociedad. Quebranta las normas y las leyes sin experimentar ningún tipo de remordimiento.

13. No es consciente. 
No conoce otra forma de comportarse o de relacionarse, no posee las herramientas psicológicas para hacerlo. Es muy probable que en su infancia haya sido víctima de maltrato emocional. 

Si frecuentan un maltratador emocional, pueden llamar al 0800-HUYAN...

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