"Phubbing"
(phone + snubbing)
Los teléfonos inteligentes están aniquilando nuestras
relaciones: pasamos más tiempo con nuestro celular que con las personas
que nos importan.
Aunque estemos en una reunión muy agradable con
amigos, pareja, hijos, sentimos la insostenible necesidad de mirar nuestro
celular. Podemos ya considerarlo un reflejo incondicionado, como el parpadear.
La paradoja es que le prestamos más atención a las
personas o situaciones “virtuales” que a las “reales”.
De acuerdo con un estudio, una persona mira su celular
unas 150 veces al día, es decir cada 4-6 minutos. Una dependencia total.
El estudio revela también que cuanto más a menudo una
pareja consulta el celular, más probable que en la misma haya una gran insatisfacción con la misma.
Hoy en día las personas cuando se reúnen, no piensan
en divertirse, sino más bien en parecer felices (Optimismo Obligado) en los
“selfies” que, en tiempo real, deben publicarlos en todas las redes. No
importa con quien estemos compartiendo una agradable momento, más importa que
alguien comente en nuestras fotos en las redes, mejor aún si con un poco de
envidia.
Virtual es más importante que Real
El control obsesivo del celular durante una “conversación”
(nótense las comillas) transmite un mensaje muy claro: "Estoy poco interesado
en la conversación, no me siento involucrado y lo que sucede en mi
mundo virtual es más interesante."
El "phubbing"
puede darnos una señal importante para comprender quién es realmente la persona
que tenemos en frente.
Curarse de "phubbing" es posible...
En primer lugar, hay que realmente desearlo. Sin una
verdadera y sincera motivación, no lo lograremos. Es conocido que para resolver
un problema antes debemos que admitir que tenemos un problema.
En segundo lugar, en nuestro hogar podemos establecer horarios
en los que se prohíbe el uso del celular o elegir una habitación en la que el
teléfono móvil no puede entrar.
En tercer lugar, debemos resistir el terrible impulso
que nos lleva a mirar el celular cada vez que nos llega una notificación.
En cuarto lugar, recuperar el verdadero significado de
lo que se denomina "tiempo cualitativo".
En quinto lugar, debemos huir de la ciudad, beber un
par de copas de vino y pasar el día conversando con las personas más
importantes de nuestra vida.
Sin distracciones. Sin selfies. Sin celulares.
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