La búsqueda
del placer por el placer contrariamente a lo que creemos, nos aleja de la
felicidad.
El placer
está relacionado con las sensaciones puntuales, inmediatas, por eso tiene una duración
muy corta. Por el contrario, la felicidad es una forma de vida.
La búsqueda
del placer por el placer contrariamente a lo que creemos, nos aleja de la
felicidad.
El placer momentáneo nos malacostumbra. La sociedad actual está enfocada
fundamentalmente en la satisfacción a corto plazo. Prueba de ello
las redes sociales. El problema es que sin darnos cuenta, eso nos crea una
especie de adicción, como si fuera una droga: cada vez necesitamos más placer para
experimentar el mismo grado de bienestar.
Robert
Lustig, en su libro <The Hacking Of
The American Mind> habla que para lograr la verdadera (y duradera)
felicidad, debemos aplicar a nuestras vidas las 4 C:
Conectar – Contribuir – Cuidarse – Cocinar
Conectar
No hablamos
de redes sociales ni nada que tenga que ver con tecnología, la verdadera
conexión son las relaciones personales, cara a cara; encontrar momentos de
calidad con los demás que nos lleven a generar empatía.
Contribuir
Dar algo
a los demás sin pedir nada a cambio. Colaborar desinteresadamente nos permite
enfocarnos hacia nosotros mismos y así valorar lo que tenemos y no lo que nos
hace falta.
La felicidad es dar, el placer es recibir.
La felicidad se comparte, el placer es individual.
Cuidarse
Somos la única
persona que nos acompañará, incondicionalmente, toda la vida. Atendernos nos
brinda un mejor equilibrio psicofísico con el cual afrontaremos mejor nuestro
retos cotidianos.
Cocinar
La cocina
y una alimentación balanceada y sana, son elementos fundamentales que debemos integrar
a nuestra cotidianeidad para alcanzar esa felicidad que tanto deseamos y
merecemos.
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