La creatividad
tiene entre otras características, la finalidad de generar opciones para la
resolución de problemas. Es una Habilidad Transversal (Soft Skill) que será
cada día más necesaria y requerida; una habilidad que el actual sistema escolar
ignora por completo.
En la Antigua
Roma, las “Quaestiones” fueron las
primeras ejercitaciones mediante las cuales, los profesores testeaban la
preparación de sus alumnos en Derecho Romano, Teología o Filosofía. A través de
ejemplos de vida reales, se estimulaba la discusión y el debate entre los
alumnos.
Con Alex F.
Osborn, en 1942, esta técnica tomó la denominación de “Brainstorming”, en español conocida como “Lluvia de Ideas”.
Este método no
solo es una oportunidad para mejorar la creatividad de nuestros alumnos, sino
que ayuda a desarrollar la capacidad de trabajar conjuntamente y en equipo para
un bien común, para la resolución de un problema o de un reto.
Durante una
sesión de “Lluvia de Ideas” nuestro cerebro deja de operar con lo que se
denomina rigidez funcional (una idea
fija de las cosas que nos rodean), y comienza a pensar en más opciones.
Para que una "Lluvia
de Ideas" sea efectiva y productiva es necesario que en ella se excluyan los
prejuicios o juicios de valor. Es imprescindible que los alumnos den rienda
suelta a su imaginación. Las ideas que surgen no se juzgan ni se critican y
todas son tomadas en cuenta.
El no hacer
juicios de valor libera a nuestro cerebro para que este fluya con total
libertad y empiece a general ideas lo más inusuales y aparentemente imposibles
de ejecutar. Una idea inusual y descabellada siempre será infinitamente mejor
que ninguna idea.
Otro de los
requisitos fundamentales para que una “Lluvia de Ideas” genere el propósito
propuesto es que debe basarse en la cantidad y no en la calidad. Hay que
generar muchas ideas para que surjan unas pocas buenas ideas.
A través de la “Lluvia
de Ideas” nuestros alumnos aprenden a desarrollar la Escucha Activa. Muchos creen
que las buenas ideas surgen de la nada, sin embargo grandes ideas o grandes
soluciones pueden surgir de las ideas que aportan otros integrantes del grupo.
La “Lluvia de Ideas”
requiere de rapidez y de agilidad mental. Un error muy común es creer que
cuanto más tiempo dediquemos a pensar en generar ideas, estas serán mejores.
Esto muchas veces, no suele ser así. Cuanto menos tiempo y más presión se
tiene, mejor es la respuesta a la hora de resolver problemas de forma creativa.
Durante una
sesión de “Lluvia de Ideas”, nuestro cerebro deja de operar con la Rigidez Funcional que es la idea fija,
preconcebida que a través de Mapas Mentales, él tiene de la realidad, encontrando
nuevas soluciones. Para ello es necesario que el cerebro deje de utilizar el Pensamiento Vertical y comience a
utilizar el Pensamiento Lateral.
Pensamiento vertical: escoge,
se decide por lo correcto, es lineal y secuencial, elige lo importante y
descarta lo secundario, es previsible.
Pensamiento lateral: es
cambiante, se decide por lo diferente e inusual, da saltos deliberados
alterando el orden lógico; fomenta el azar, es imprevisible.
Llevar a cabo
una “Lluvia de Ideas” con nuestros alumnos (de todas las edades), es muy
divertido y estimulante. Se asombraran de las ideas que pueden surgir de esos
maravillosos (y subestimados) cerebros.
Nuestro cerebro no
es un reloj, no podemos decidir ni cuándo ni dónde aparecerá la solución de
nuestro problema o reto. Por tanto, debemos entrenarlo para que cuando dejemos
de pensar en las posibles soluciones de manera consciente, él siga trabajando
para nosotros de manera inconsciente a través de la mente profunda.
La solución
aparecerá, no tengan duda.
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