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07/05/2018

A la creatividad le gusta la lluvia…



La creatividad tiene entre otras características, la finalidad de generar opciones para la resolución de problemas. Es una Habilidad Transversal (Soft Skill) que será cada día más necesaria y requerida; una habilidad que el actual sistema escolar ignora por completo.

En la Antigua Roma, las “Quaestiones” fueron las primeras ejercitaciones mediante las cuales, los profesores testeaban la preparación de sus alumnos en Derecho Romano, Teología o Filosofía. A través de ejemplos de vida reales, se estimulaba la discusión y el debate entre los alumnos.


Con Alex F. Osborn, en 1942, esta técnica tomó la denominación de “Brainstorming”, en español conocida como “Lluvia de Ideas”.

Este método no solo es una oportunidad para mejorar la creatividad de nuestros alumnos, sino que ayuda a desarrollar la capacidad de trabajar conjuntamente y en equipo para un bien común, para la resolución de un problema o de un reto.  

Durante una sesión de “Lluvia de Ideas” nuestro cerebro deja de operar con lo que se denomina rigidez funcional (una idea fija de las cosas que nos rodean), y comienza a pensar en más opciones.

Para que una "Lluvia de Ideas" sea efectiva y productiva es necesario que en ella se excluyan los prejuicios o juicios de valor. Es imprescindible que los alumnos den rienda suelta a su imaginación. Las ideas que surgen no se juzgan ni se critican y todas son tomadas en cuenta.

El no hacer juicios de valor libera a nuestro cerebro para que este fluya con total libertad y empiece a general ideas lo más inusuales y aparentemente imposibles de ejecutar. Una idea inusual y descabellada siempre será infinitamente mejor que ninguna idea.
Otro de los requisitos fundamentales para que una “Lluvia de Ideas” genere el propósito propuesto es que debe basarse en la cantidad y no en la calidad. Hay que generar muchas ideas para que surjan unas pocas buenas ideas.
A través de la “Lluvia de Ideas” nuestros alumnos aprenden a desarrollar la Escucha Activa. Muchos creen que las buenas ideas surgen de la nada, sin embargo grandes ideas o grandes soluciones pueden surgir de las ideas que aportan otros integrantes del grupo.
La “Lluvia de Ideas” requiere de rapidez y de agilidad mental. Un error muy común es creer que cuanto más tiempo dediquemos a pensar en generar ideas, estas serán mejores. Esto muchas veces, no suele ser así. Cuanto menos tiempo y más presión se tiene, mejor es la respuesta a la hora de resolver problemas de forma creativa.   
Durante una sesión de “Lluvia de Ideas”, nuestro cerebro deja de operar con la Rigidez Funcional que es la idea fija, preconcebida que a través de Mapas Mentales, él tiene de la realidad, encontrando nuevas soluciones. Para ello es necesario que el cerebro deje de utilizar el Pensamiento Vertical y comience a utilizar el Pensamiento Lateral.

Pensamiento vertical: escoge, se decide por lo correcto, es lineal y secuencial, elige lo importante y descarta lo secundario, es previsible.
Pensamiento lateral: es cambiante, se decide por lo diferente e inusual, da saltos deliberados alterando el orden lógico; fomenta el azar, es imprevisible.

Llevar a cabo una “Lluvia de Ideas” con nuestros alumnos (de todas las edades), es muy divertido y estimulante. Se asombraran de las ideas que pueden surgir de esos maravillosos (y subestimados) cerebros.

Nuestro cerebro no es un reloj, no podemos decidir ni cuándo ni dónde aparecerá la solución de nuestro problema o reto. Por tanto, debemos entrenarlo para que cuando dejemos de pensar en las posibles soluciones de manera consciente, él siga trabajando para nosotros de manera inconsciente a través de la mente profunda.

La solución aparecerá, no tengan duda.

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