Durante nuestra
vida, somos influenciados o marcados (positiva o negativamente) por personas
que nos acompañan desde el principio y por otras que aparecen después. Todas
influyen en nuestro desarrollo y aprendizaje. A todas estas
personas (sin distinción), hay que estar agradecido.
Beneficios de la
gratitud:
Los individuos
agradecidos son más felices, más enérgicos y más optimistas. Son también más
serviciales, más simpáticos, y tienen mayor predisposición a perdonar. Tienen
un mayor nivel de bienestar subjetivo, tienen maneras más positivas de
enfrentarse a las dificultades que les surgen a lo largo de la vida, se aceptan
mejor. Combaten más fácilmente la depresión y la angustia, duermen mejor y padecen
menos trastornos psíquicos.
La gratitud es
asombro, es agradecimiento, es mirar el lado bueno de un contratiempo, es
comprender la abundancia, es agradecer a alguien en tu vida, es dar gracias a
Dios, es dar las gracias por lo que se tiene y por lo que se es. Es disfrutar,
es no dar nada por sentado, es afrontar, es centrarse en el presente. La
gratitud es un antídoto contra las emociones negativas, un neutralizador de la
envidia, la avaricia, la hostilidad, la preocupación y la irritación.
La práctica de la gratitud supone centrarse en el
presente: en apreciar nuestra vida como es hoy.
En algunos
estudios experimentales los participantes que tuvieron que manifestar gratitud
tendieron a sentirse más optimistas y más satisfechos con su vida luego de haberlo
hecho. Otros estudios han demostrado que cuando las personas se esfuerzan por
expresar su gratitud, experimentan más emociones positivas (interés, entusiasmo,
alegría, orgullo), se sienten mas conectados con los demás y duermen mejor.
“Solo hay un pecado: la ingratitud. Solo hay una virtud: la gratitud.” Ernst Jünger
Gracias por leerme.
No comments:
Post a Comment