El Cerebro es autónomo…

Está comprobado que nuestro cerebro es autónomo y le gusta decidir qué aprender, cómo aprender, cuándo aprender y de quién aprender. 







La autonomía en el aprendizaje no significa que el estudiante sea el único protagonista sino se trata de sea independiente en su recorrido de aprender, pero acompañado de una estrecha colaboración con su Educador en su desarrollo.

Para cumplir este objetivo, el Educador debe disponer de ciertas habilidades y herramientas que le permitan inculcar al estudiante iniciativas autónomas en el aprendizaje, para que este sea capaz de continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y entusiasmante desde temprana edad.

Vamos a destacar 10 iniciativas que pueden inculcar dicha autonomía y que suelen tener muy buenos resultados:

1. Debemos abandonar nuestro rol tradicional y debemos ceder espacio en la toma de decisiones, para que el alumnado tenga mayor protagonismo.

2. Debemos fomentar la curiosidad, la gran motivadora para todo proceso de aprendizaje.

3. Debemos crear una guía personalizada de aquellos conceptos que tiene que ir asimilando el estudiante a lo largo del curso. De ésta manera, él podrá ir aprendiendo según su nivel de comprensión y a su ritmo.

4. Debemos reforzar el sentido de la responsabilidad, más no el de la obligación en los estudiantes.

5. Debemos generar proyectos creativos para utilizar lo aprendido en nuevas situaciones.

6. Debemos reforzar la autodisciplina: Dedicar la atención ininterrumpida a una sola cosa hasta terminarla; ser críticos con nuestros razonamientos; valorar positivamente los pequeños logros conseguidos; seccionar los objetivos analizando paso a paso lo que hay que hacer.

7. Debemos evidenciar las capacidades, no solo intelectuales, sino también físicas y emocionales de cada alumno.

9. Debemos despertar una fuerte motivación hacia la cooperación con los demás como medio para desarrollar el propio aprendizaje.

10. Debemos lograr que el alumnado, de forma individual o grupal, acceda a tareas escolares de forma espontánea.

Todas estas acciones provocan sobre el alumnado un aumento del auto confianza y logran generar una alta motivación con la cual afrontar y superar cualquier obstáculo en todo recorrido de aprendizaje.

El alumno logra tomar conciencia de sus propios recursos, se siente más libre para intercambiar ideas, para gestionar su tiempo, comprender mejor la teoría y desarrollar actividades propias.