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20/04/2020

INTELIGENCIA INFORMACIONAL Y CALIDAD DE VIDA

La inteligencia informacional es una habilidad que, a través de un esfuerzo intelectual, nos permite seleccionar y separar los elementos significativos de los insignificantes, evaluándolos tanto por separado como en su conjunto para así poder llegar a una conclusión a través de un razonamiento inductivo y deductivo.

¿Cómo llegamos a la formulación de una hipótesis o de una evaluación?

¿Qué proceso nos lleva a tomar una decisión en vez de otra?

¿Cómo saber si estamos tomando la decisión correcta?

¿Cómo establecer la veracidad de una información que recibimos?

Para reforzar la habilidad de Inteligencia Informacional, debemos antes desarrollar lo que será un gran aliado por toda nuestra vida: el pensamiento crítico. Este modelo de pensamiento es considerado en la actualidad muy importante y necesario y debería ser colocado como objetivo primordial en todo sistema de aprendizaje sin embargo, sigue siendo ignorado o subestimado.


“La información es una poderosa arma para informar o para desinformar.”


HOGAR, COLEGIO Y ENTORNO SOCIAL

Siguiendo con la <saga> Calidad de Vida, me permito insistir en este argumento ya que diariamente percibo un deterioro de la misma en muchos países, especialmente los de origen latino.

Uno de los inconvenientes, por lo que observo, es que seguimos confundiendo <Calidad de Vida> con <Nivel de Vida>. En Occidente, en donde se ha afianzado el materialismo y el <Tener> se posiciona por encima del <Ser>, es lógico que se confundan esos términos, afectando directamente el equilibrio emocional de los integrantes de estas sociedades.

En el ámbito educativo, sucede algo parecido ya que se confunde el <Instruir> con el <Educar>. Masas de niños y jóvenes están siendo instruidos (no todos) en colegios y universidades, pero muy pocos están siendo educados; mientras ellos saquen buenas notas, todos estamos contentos, tranquilos y satisfechos.

Del latín <ignorantia>, la ignorancia se entiende como el no saber o el no querer saber (que es el verdadero problema).

El ignorante consciente admite que no sabe y trata de informarse, de preguntar, de escuchar otras fuentes y/o personas para solventar su ignorancia. El ignorante inconsciente por el contrario se niega a saber, argumentando el estar en lo cierto. Este comportamiento es conocido en Neurociencia como el "Efecto Dunning-Kruger" o la ilusión de competencia. Un fenómeno que existe desde que nació el habla y que en la actualidad, en donde el conocimiento es clave, adquiere una dimensión muy preocupante.

Aunque casi todos tenemos unas opiniones positivas de nuestras propias habilidades físicas y/o intelectuales, algunos evaluamos erróneamente nuestros niveles de competencias, creyendo que son mucho más altos de lo que realmente son. Esa es una de las características más relevantes de las personas ignorantes: tienden a exagerar al evaluar sus habilidades. El problema es que, cuando las personas son incompetentes, no solo llegan a conclusiones y comportamientos erróneos, sino que además no tienen la capacidad (ni la voluntad) de reconocer sus desaciertos. En lugar de sentirse confundidos, perplejos o preocupados por sus hábitos u opiniones erradas, las personas ignorantes inconscientes insisten en que están en lo correcto.

 

"La ignorancia genera, a menudo, más confianza que el conocimiento".

Charles Darwin

 

Las personas más inteligentes y cultas en muchos casos, tampoco logran evaluar con precisión sus habilidades. La (gran) diferencia está en que las personas más competentes, constantemente reformulan su autoevaluación, mientras que las personas ignorantes casi nunca lo hacen porque ellas <siempre tienen razón y los equivocados siempre son los demás>.

El mundo actual es dinámico, cambiante, multifacético. Muchos afirman que con la llegada de Internet, la información se “democratizó” ya que llega a muchas más personas y de manera casi gratuita. Pero esa "democratización" de la información no necesariamente implica una calidad de la misma. Día a día se produce y se difunde información que se expande a una velocidad y en proporciones nunca antes vistas, pero sin ningún criterio cualitativo o selectivo. 

¿Cómo afrontar esta tendencia inevitable y capitalizarla para que sea un instrumento de crecimiento socio-cultural?

A lo largo de nuestra vida los seres humanos contamos con tres “laboratorios” para nuestra formación y educación:

El hogar – El colegio – El entorno social

Estos tres “laboratorios” deberían ser por un lado, independientes pero funcionar en sinergia para lograr mejores resultados. Los padres, las escuelas, los profesores, el entorno familiar y social deberían estar enfocados en preparar a las futuras generaciones a desarrollar el Pensamiento Crítico: enseñar y aprender a cuestionar y a cuestionarse; herramienta fundamental para desarrollar individuos capaces de crear y sostener sociedades más democráticas, justas, tolerantes y participativas.

El Pensamiento Crítico debería insertarse en todo programa de educación y enseñarse en todos los ámbitos sociales y culturales para que seamos capaces de analizar y cuestionar toda información u evento que se nos presente en la vida: o sea, para poseer una efectiva Alfabetización Mediática. 

La Inteligencia Informacional (MIL - Media and Information Literacy) es una competencia indispensable para el futuro de la humanidad. La UNESCO la define como un conjunto combinado de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para la vida y el trabajo y abarca todos los tipos de medios de comunicación y proveedores de información y conocimiento (bibliotecas, archivos, museos, Internet).

Este conjunto de competencias ayuda a los ciudadanos de toda edad a comprender y a evaluar críticamente la realidad y a tomar decisiones más acertadas, compatibles con sus verdaderas creencias.

Italia, por ejemplo, desde 2017, lanzó un programa que consiste en clases para enseñar cómo reconocer noticias falsas y cómo verificar la información. La primera fase incluyó 8,000 escuelas y aproximadamente 4 millones de estudiantes. Dado el éxito del proyecto, la UE - Unión Europea - ha publicado una guía titulada “Cómo entender si una noticia es falsa"; se trata de un vademécum de ocho puntos que les resumo a continuación:

1-Revisar el contenido. ¿Parecen ciertos los hechos? ¿Son precisas las cifras? Debemos siempre mantener separados los hechos de las opiniones.

2- Verificar la fuente. ¿La conocemos? ¿El sitio parece tener algo extraño? Ingresemos el nombre de la fuente en Google; eso puede ayudarnos a descubrir si es confiable. A menudo hay sitios falsos que imitan el nombre de un medio o de un autor famoso, tal vez cambiando una sola letra y engañando así a los lectores distraídos.

3- Verificar el autor del artículo. ¿Está firmado o es anónimo? Una información veraz siempre se acompaña de la firma de su autor, asumiendo, este último, la plena responsabilidad de lo publicado.

4- Verificar las fuentes originales. ¿Utiliza el periodista/escritor/comentarista fuentes creíbles? ¿Se atribuyen las declaraciones a personas definidas o anónimas?

5- Revisar las imágenes. Ellas pueden ser utilizadas fácilmente en contextos distintos de lo que representan. Hay excelentes sitios en la web para verificar si una foto se ha usado otras veces anteriormente.

6- Reflexionar antes de compartir. Títulos y fotos podrían ser engañosos, el artículo podría leerse a la ligera. Reflexionemos sobre el poder y la responsabilidad de compartir información en las redes sociales.

7 - Cuestionar nuestras propias creencias. A menudo, una historia encaja muy bien con lo que nos gustaría leer y esto puede llevarnos a compartirla de inmediato. Aquí es donde tenemos que detenernos y analizar, controlar, reflexionar.

8 - Adoptar estas precauciones. Difundamos las buenas prácticas contra las noticias falsas y la ignorancia entre todos nuestros amigos y conocidos, virtuales o reales.

A la base de toda esta interesante y necesaria faceta que hace parte fundamental de nuestra vida como individuos y como ciudadanos responsables y proactivos, el Pensamiento Crítico es la herramienta que nos ayudará en nuestra búsqueda de la verdad.

Desafortunadamente hoy, debido en gran parte a la influencia de internet, las sociedades tienden a la estandarización del pensamiento. En otras palabras, tendemos a pensar colectivamente y así ser fáciles víctimas de manipulación. Cosa muy útil y provechosa para los detentores de grandes poderes (mediáticos, políticos, económicos, financieros, etc.)

Las personas que desarrollaron la habilidad del Pensamiento Crítico, logran resolver problemas de manera independiente y efectiva; son capaces de leer la realidad desde diferentes perspectivas, utilizando múltiples interpretaciones y visiones y no simplemente aquellas que les son propuestas de una manera más o menos oculta, por aquellos que reciben a cambio enormes ganancias económicas o políticas.

Gracias a plasticidad de nuestro cerebro (Neuroplasticidad), a cualquier edad podemos desarrollar la habilidad del Pensamiento Crítico (si estamos convencidos de querer hacerlo).

¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO CRÍTICO?

Pensar críticamente acerca de algo es primero, circunnavegar su significado por completo, observarlo desde todas sus perspectivas para que lo podamos comprender de manera única, personal, subjetiva. Cada cerebro trabaja con sus propias herramientas cognitivas: conocimiento de fondo, sentido de identidad, creación de significado. Solo después de haber comprendido el significado críticamente, tendremos la capacidad de analizarlo. Al pensar críticamente, vemos partes, formas, funciones y contextos. El pensamiento crítico es más que entender algo; requiere capacidad de resolución de problemas, creatividad, racionalización y un rechazo a aceptar las cosas como se nos presentan. Es la disposición y la capacidad para cuestionar todo.

El Pensamiento Crítico es el corazón y el alma del aprendizaje y en mi opinión, es el primer aspecto para ser tomado en cuenta a la hora de educar.

“Cómo enseñar a nuestros estudiantes a pensar, debería ser el propósito principal de todo buen educador. Cómo optimizar efectivamente la capacidad de aplicarlo debería nuestro gran desafío.”

Para desarrollar el Pensamiento Crítico, debemos desarrollar la capacidad de formular preguntas críticas. Ellas son excelentes herramientas para aplicar en todo contexto y a toda edad para iniciar a desarrollar esta habilidad.

¿Quién? / ¿Cuál? / ¿Qué? / ¿Cuándo? / ¿Dónde? / ¿Por qué? / ¿Cómo?

1 – Interrogarse.

El progreso tecnológico y la posibilidad constante de acceder a los recursos de Internet han facilitado, por un lado, algunos procesos y actividades diarias, pero por otro lado han atrofiado nuestra capacidad de autocrítica o auto interrogación.

Las personas ya no se hacen preguntas ya no se interrogan sobre temas importantes de la vida y cuando se les presenta algún obstáculo, alguna duda o pregunta, en lugar de pensar de forma independiente, acuden a la web en donde encontraran una solución o respuesta estandarizada. El resultado es que ya no sabemos cómo formular y formularnos preguntas constructivas; damos por sentado y confiable todo lo que <la Red> nos ofrece.

El primer paso para desarrollar un espíritu crítico es observar la realidad que nos rodea de una manera más analítica y profunda, haciéndonos preguntas y tratando de darnos respuestas objetivas, sin ser influenciados externamente.

 2 - Analizar el razonamiento de otros

Tener pensamiento crítico significa no considerar como cierto todo lo que ‘otros’ dicen o piensan. Aclaro que al referirme a los ‘otros’ no pretendo referirme solo a las personas más cercanas a nosotros, sino con quienes interactuamos diariamente y tratamos más o menos directamente, desde personas hasta noticias, programas de televisión, revistas, periódicos, redes sociales, portales y sitios web.

Debido a la pereza y al estilo de vida acelerado de la sociedad actual, somos llevados a considerar como realidad objetiva todo lo que nos transmite / comunica el mundo que nos rodea, perdiendo totalmente la capacidad de analizar y criticar.

El desarrollo de habilidades analíticas es uno de los requisitos previos para poseer un pensamiento critico.

Más allá de las evidencias científicas, respaldadas por datos objetivos, siempre debemos aprender a cuestionar toda la información que nos llega.

El objetivo es adquirir la capacidad de analizar cuidadosamente lo que otros dicen, para tratar de distinguir la información objetiva y las inferencias de las que en su lugar provienen de creencias arraigadas, emociones personales y experiencias subjetivas, por lo que a menudo carecen de una base lógica consistente.

3 - Aprender a leer los matices

En la sociedad actual, especialmente entre generaciones de jóvenes, el pensamiento extremo, técnicamente definido como 'dicotómico', está de moda.

Una 'cosa' se define como correcta o incorrecta, blanca o negra, por lo que el hábito de considerar los matices se pierde por completo.

Por su propia naturaleza, la dicotomía, dirigida a dividirse en dos partes, choca con el pensamiento crítico que en su lugar se basa en el análisis de múltiples aspectos de la realidad.

Por lo tanto, debemos aprender a identificar, leer y analizar incluso los pequeños detalles aparentemente triviales de todo lo que nos rodea: personas, eventos, situaciones, condiciones, ideologías, tendencias. La curiosidad y las proyecciones mentales para considerar más opciones son actitudes que conducen al individuo hacia un enriquecimiento personal profundo, a tener una mente más abierta.

4 - Desarrollar un sentido crítico imparcial

El pensamiento crítico es un proceso muy exigente que requiere compromiso. Para aquellos que no están acostumbrados a desarrollar un punto de vista personal y, por lo tanto, tienden a considerar lo que se les ofrece desde el exterior como objetivo, incluso puede llegar a ser agotador. Al elemento 'compromiso' debemos agregar la humildad intelectual, antagonista de nuestro Ego, que es la que nos permite dudar y relativizar siempre nuestros conocimientos y nuestras verdades.

Según los criterios de evaluación propuestos por los psicólogos Richard Paul y Laura Elder, las personas se clasifican, según el sentido crítico que se muestra, en tres categorías:

Personas acríticas: personas sin sentido crítico y que no pueden usar la lógica en la vida cotidiana. Tienden a ajustarse a las ideas de los demás.

Personas críticas pero egocéntricas: personas con un sentido crítico débil pero firmemente decididas a defender sus posiciones, a pesar de la objetividad.

Personas críticas imparciales: categoría de individuos que tienen un fuerte sentido crítico, dispuestos a afirmar sus puntos de vista con objetividad e imparcialidad. Esta es la categoría de aquellos que aspiran a desarrollar un pensamiento crítico-constructivo e imparcial.

5 - Estar bien informado

La información transmitida por los medios de comunicación, debería tender a la objetividad pero desafortunadamente, en la mayoría de los casos está sujeta a filtros y trucos periodísticos destinados a atraer la atención del público y a influenciar en sus credos y opiniones. La misma selección de noticias se lleva a cabo siguiendo criterios de medición de audiencias o sea que se los considera importantes simplemente porque han sido adoptados por los medios de comunicación. Con los temas de tendencia en la web sucede lo mismo: un algoritmo determina la importancia o veracidad de una noticia. Al poseer un sentido crítico, tenemos una visión general más amplia y completa del tema, que no incluye la opinión de otros. En este sentido, es importante prestar atención a la autoridad de las fuentes y, por lo tanto, a la fiabilidad de las noticias.

La Universidad de Nueva York realizó un estudio de más de 2,300 estudiantes de 24 universidades diferentes. Los resultados revelan que el 45% de los estudiantes no progresan en el desarrollo del pensamiento crítico y el razonamiento complejo en los primeros dos años de la universidad y que hasta el 36% no obtienen mejoras al final de los 4 años de estudio. En Hispanoamérica los datos son aún más negativos (y preocupantes).

CONCLUSIONES

El modelo de enseñanza tradicional incluye un maestro que "sabe" y muchos estudiantes que "no saben". El aprendizaje pasivo: cerebros “vacíos” que deben llenarse con una transferencia de conocimiento del educador al educando. La enseñanza vista como una gradual remoción de la ignorancia a través de la información, eso es todo. Como “nuevos” educadores, debemos abandonar la idea de ser simplemente transmisores de conocimiento y convertirnos en investigadores de conocimiento que elaboramos y compartimos con los estudiantes para estimularlos a reflexionar y pensar críticamente. Esto dará lugar a un desarrollo de habilidades de pensamiento de nuestros alumnos, pero también nos brindará un fuerte enriquecimiento de nuestro rol y de nuestras competencias como educadores. El pensamiento crítico es la mejor herramienta para evitar que las sociedades queden atrapadas en el “Modo Springfield” y así evitar la manipulación y la instrumentalización en beneficio de intereses creados.

Debemos comenzar a prestar atención a estos temas desde los primeros años de educación en nuestros sistemas escolares aunque, desafortunadamente, las noticias a nivel mundial no son alentadoras en lo absoluto.


“El verdadero conocimiento radica en conocer el nivel de ignorancia de uno”.

Confucio

 



05/11/2017

Creatividad: Un niño tan solo necesita para desarrollarla...



"La creatividad es la inteligencia divirtiéndose." 
Albert Einstein


- Comunicar
- Estar a contacto con la naturaleza
- Actividad física
- Expresar sus emociones libremente
- Escribir
- Dibujar
- Jugar
- Divertirse, divertirse, divertirse...

31/08/2017

La deliciosa libertad de equivocarse…











Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme” ~ Charles Chaplin


En los últimos años, científicos cognitivos han hecho investigaciones que buscan explicar cómo el error permite que una persona aprenda más. Algunos de los hallazgos tienen mucho sentido y son sin duda muy relevantes a la hora de enseñar.

Aunque la respuesta no sea la definitiva, envuelve el hecho de que el error llama la atención.
 
Algunas teorías sugieren que existen dos tipos de mentalidad: la fija y la creciente. Las personas con mentalidad fija tienden a ver los errores como señal de no ser buenos para algo, en cambio, las personas con mentalidad creciente, ven los errores como una señala de necesitar trabajar más fuerte.
Las personas con mentalidad creciente, tienen una señal (PE-positividad del error) más fuerte después de haber cometido un error. La teoría surge de pruebas realizadas tanto en adultos como niños donde los participantes con mentalidad de crecimiento mejoraron sus resultados y fueron más precisos a raíz de un error.

El error en el aula
Muchos investigadores han observado que pedir a los estudiantes que expliquen cómo alguien obtuvo una respuesta equivocada y también cómo alguien obtuvo la respuesta correcta es una fórmula enormemente eficaz más que simplemente pedir que expliquen el procedimiento correcto.

Es indispensable que los educadores aprendamos y enseñemos a valorizar la importancia del error.

20/08/2017

Aprendizaje y Medio ambiente…








Algunos investigadores sugieren que un 10/15% por ciento de los resultados académicos está influenciado por las características ambientales del aula.







El medio ambiente influye en cómo pensamos y sentimos, por ende, cómo aprendemos.

En base a este principio, los investigadores se han centrado recientemente en determinar cómo los factores ambientales puedan afectar la capacidad de aprendizaje de los estudiantes. Los estudios demuestran que un entorno bien diseñado, complementa y facilita los resultados académicos.

Los estudiantes en escuelas con aulas que tienen grandes ventanales hacia paisajes naturales, prestan más atención y obtienen mejores resultados que los estudiantes en aulas con vistas urbanas o peor aún, sin ventanas. Se ha observado que colocar plantas frondosas en el aula es suficiente para lograr un impacto positivo en el bienestar y el comportamiento de los alumnos.

Los factores que componen el diseño de un aula han sido estudiados por su influencia en el aprendizaje. 
Los que más pueden interferir son la iluminación, el ruido, la temperatura y la disposición de los asientos.

La iluminación: Cuando la luz entra en nuestros ojos, involucra un sistema que afecta el tiempo de nuestro ciclo sueño-vigilia y nuestro rendimiento cognitivo. De hecho, nuestros ojos se conectan directamente a una parte de nuestro cerebro que segrega hormonas que influyen en nuestros niveles de sueño (melatonina) y de alerta (cortisol).
Un estudio mostró que los estudiantes expuestos a más luz solar durante los días de clase, mostraron un rendimiento más alto que los estudiantes en aulas menos soleadas.
La luz natural restablece el ritmo circadiano del cuerpo, aumenta el estado de alerta y concentración, mejorando los resultados académicos.

El ruido: Los efectos negativos del ruido durante el aprendizaje son muy profundos especialmente en los niños. Su sistema neuronal que permite filtrar las distracciones y centrarse en las tareas, todavía no está completamente desarrollado. Ellos son particularmente vulnerables al ruido que les dificulta el permanecer concentrados con efectos limitantes en la lectura, la escritura y las habilidades de comprensión, así como el rendimiento académico en general.

La temperatura: Si la temperatura de un aula está fuera de un cierto rango, puede ser una fuente de distracción que interfiera con el aprendizaje. La temperatura ideal debería oscilar entre 20 y 23 grados Celsius, con un 50 % de humedad.

La disposición de los asientos: Otra fuente de distracción puede ser la disposición de escritorios y sillas en un aula. En un estudio se demostró que los estudiantes sentados en filas son menos interactivos y atentos de los que están sentados en semicírculo.

Esto confirma que el binomio Enseñanza-Aprendizaje va mucho más allá de un simple curriculum.

16/08/2017

Un buen educador: ¿más cerebro o más corazón?


“Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos.” Carl Gustav Jung 


Todos sabemos o suponemos saber qué hay dentro de un cerebro de un buen educador. Horas, días, semanas, meses, años de estudio, de lecturas, de trabajos. Paredes llenas de títulos, honores, premios, cursos, posgrados, especializaciones.

¿Cuántos pero realmente sabemos qué hay dentro de un corazón de un buen educador?

Gentileza. Un buen educador demuestra gentileza, amabilidad hacia sus estudiantes, colegas, padres y todos los que lo rodean.
Compasión. Enseñar se basa en el contacto humano y la compasión es el sentimiento más elevado que un educador pueda mostrar. El comprender y el preocuparse por el otro, sin prejuicios, sin distinciones.
Empatía. Desarrollar empatía es muy importante sea para el educador que para sus educandos. Analizar una situación desde la perspectiva del otro es una poderosa herramienta de comunicación.
Positivismo. Ser y mantenerse positivos ante cualquier avenencia es para un educador un reto cotidiano. Solo los mejores lo logran. Ver y hacer ver las cosas siempre del lado brillante es determinante en la calidad de la educación.
Deseo de construir. Un buen educador construye relaciones, cierra brechas. Se esfuerza en mejorar las cosas en el aula y fuera del aula.
Inspiración. Un buen educador hace que sus estudiantes, sus colegas y todas las personas que lo rodean, quieran ser mejores cada vez.

24/04/2017

Escuela: Padres participativos, aprendizajes efectivos…


En la medida en que los niños pasan de la primaria a la secundaria, la presencia de los padres en las escuelas disminuye cada vez más. 













En la secundaria, los padres visitan a los profesores de sus hijos solamente si hay algún serio problema de conducta o de calificaciones. A veces ni siquiera se molestan en trasladarse hasta la escuela, comunican con los profesores por email…

…“Los padres hoy en día están <demasiado ocupados> para <perder> tiempo en una conversación con los profesores de sus hijos…”

La mayor parte de los padres piensan que todo lo que tenga que ver con educación es responsabilidad de la escuela y de los profesores. Si el alumno obtiene bajas calificaciones o tiene problemas de conducta, es culpa de los profesores.

Así es como las escuelas se convirtieron en <depósitos> en donde los padres dejan a sus hijos por unas horas, mientras se dedican a sus labores (o placeres) cotidianos.

Un mecanismo para lograr reunirse con los padres (sin que ellos lo sientan como una obligación) podría ser organizar, mensualmente, un encuentro en el aula fuera de las horas de clases, con bebidas (no alcohólicas, por favor) y algo para “picar”. Eso le dará un tono de informalidad al encuentro.

Recordemos que al cerebro le gusta divertirse (incluso el de los padres).

De esa manera, a través de placenteras e informales conversaciones, nosotros educadores podemos tener una panorámica más clara y precisa de la situación familiar de cada alumno para así poder consolidar aún más nuestra relación con ellos.

“Para comprender la mente de un alumno, debemos conocer las mentes de sus padres.”

Si logramos establecer una relación empática, de confianza, de estima mutua con los padres, tendremos unos invalorables aliados en nuestro trabajo como educadores.

“Los padres son parte fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños.”

30/03/2017

La lectura en los niños: “Trucos” para incentivarla…








Como docentes debemos enfrentarnos constantemente a la pereza del cerebro de nuestros estudiantes (y la del nuestro también…) e incentivar el interés por la lectura por placer, por diversión, por entretenimiento.












Diferentes estudios demuestran que la lectura por placer es un buen catalizador para obtener logros académicos. Sin embargo, cada vez que evocamos la lectura de un libro, obtenemos de nuestros estudiantes casi siempre la misma reacción: Gemidos de desesperación que demuestran el gran desinterés que hay por la lectura y como la misma se suma a la lista de tareas tediosas, en una clase tediosa, con un profesor tedioso, en una escuela tediosa.

Como docentes debemos enfrentarnos constantemente a la pereza del cerebro de nuestros estudiantes (y la del nuestro también…) e incentivar el interés por la lectura por placer, por diversión, por entretenimiento.

En mi taller de Neuroeducación hablo sobre la formación en las aulas de “Clubes de Lectura” para incentivar esta maravillosa actividad tan benéfica para el cerebro pero, y en el hogar, ¿qué sucede?

Recordemos que para una efectiva formación y educación, necesitamos tres integrantes:

Padres - Alumno – Educador

Los buenos padres, atentos a este tema, pueden optar por unos sutiles “truquitos” para incentivar, indirectamente, la lectura en sus niños sin que ellos la sientan como una imposición. (Recordemos que al Cerebro no le gustan las órdenes).

¿Cómo podemos “engañar” a estas pequeñas y maravillosas personas que son los niños?

1 | Hagamos que nuestros hijos nos vean leyendo. Recordemos que, los niños copian e imitan todos los comportamientos de sus padres. Son como mimos. Dejemos que nos vean leyendo a menudo. Hablemos con ellos sobre el libro que estamos leyendo. Digámosles los motivos por los cuales leemos. Si ellos ven a sus padres leyendo diariamente, creerán que leer todos los días es parte de la rutina.

2 | No los presionemos. Tenemos que lograr que lleguen a amar la lectura y no a detestarla. Tenemos que movernos con mucho tacto para evitar resistencias o frustraciones. Seamos pacientes.

3 | Leamos con ellos cada día. Cada noche antes de dormir, en cada momento libre en el fin de semana. Libros que ellos hayan elegido. Nuestra constancia y entusiasmo dará sus frutos, no tengamos dudas.

4 | Vayamos con ellos a bibliotecas o librerías. Son lugares mágicos que disparan emociones positivas en el cerebro de los niños. Estar rodeados de tantos libros, despertará en ellos curiosidad por ese mundo. Dejemos que toquen los libros, que sientan sus texturas, que observen sus imágenes, sus colores. Permitamos que ellos elijan el libro para comprar. Funciona, créanme.

5 | Consigamos libros simples e interesantes para ellos. Tengamos presente que nuestro primer objetivo es lograr que amen la lectura. Más adelante, si lo logramos, vendrán lecturas más profundas y sofisticadas.

6 | A la cama libros, solo libros. ¡Nada de iPod, Tabletas, Smartphones, PlayStations, etc.! Tratemos que nuestros hijos finalicen el día con un libro. Verlos en la cama, hojeando un libro será nuestro mayor premio. Se los aseguro.

7 | Hagamos tiempo para la lectura. Quitemos tiempo al televisor para dárselo al libro.

Si lo logramos, nunca más oiremos la fatídica frase: “¡Mamá, estoy aburrido!”.
  

15/03/2017

Juego y Aprendizaje…



Jugar no solo es importante por su carácter lúdico y de diversión, sino también por su función educativa y de aprendizaje.




El juego es una actividad necesaria para que el cerebro de los niños se desarrolle de una forma integral. Les permite representar, explorar, construir, descubrir y conectarse con el mundo que los rodea. 
A medida que el cerebro se va desarrollando y va adquiriendo otras habilidades, la forma de juego también irá variando, mas no desapareciendo.
El juego en el Aprendizaje debe utilizarse en todas las edades.
El cerebro necesita repetir las cosas para poder aprenderlas y una buena forma es por medio del juego. En el caso de los niños, ellos juegan no sólo para repetir situaciones que les gustan, sino también, para elaborar las que les producen dolor. Los niños representan a través del juego situaciones vividas por ellos mismos o por sus familias.
El juego es una forma de expresión de lo vivido sin lenguaje oral, que ayuda a elaborar conceptos y a resolver posibles conflictos.

Los niños, a través del juego, pueden desarrollar diferentes capacidades:

Afectivas: Es una forma de contacto entre los niños que contribuye al desarrollo de empatía, de estrechar relaciones y fortalecer los vínculos.
Emocionales: Los niños pueden expresar y satisfacer sus deseos. Es una buena forma para poder expresar sus emociones y descargar energía.
Sociales: Favorece el aprendizaje y el cumplimiento de normas para poder jugar.
Creativas: Hay infinitas formas de juego y combinaciones posibles. Es muy positivo que los niños dejen volar su imaginación a través de él.
Físicas: Los niños ejercitan su coordinación psicomotriz y la motricidad gruesa y fina y contribuye a un buen desarrollo físico.
Sensoriales: Desarrollan la capacidad de diferenciar formas, tamaños, olores, sonidos, texturas, etc.

Nosotros, como Educadores debemos:

Jugar con nuestros estudiantes con el objetivo de compartir con ellos un momento divertido en donde se consolidarán aún más los lazos afectivos.
Recordar que el jugar no siempre tiene que ser algo didáctico.
Participar activamente en el juego que los alumnos estén realizando.
Dedicar un tiempo todos los días a jugar libremente y sorpresivamente.
Utilizar diferentes materiales para jugar y llevarlos a comprender que los objetos pueden tener una función diferente a la esperada. Eso les ayudará a desarrollar la imaginación y la creatividad.

22/02/2017

Incentivar la escritura: El Club de Escritores...







No todos los niños disfrutan de la escritura. 
El acercamiento a esa nueva manera de expresarse debe ser paulatino y paciente.













La "buena escritura" no sólo se refiere a la escritura a mano, sino también a la capacidad de expresarse correctamente por escrito. Son importantes: la ortografía, la gramática y la estructura lógica. Estos son elementos que se aprenden con estudio y práctica.

Existe una estrecha relación entre la capacidad gráfica y la capacidad de concentración y de producción. La escritura requiere tiempo, especialmente si se escribe en letra cursiva. La dificultad gráfica es el primer obstáculo que los niños tienen que superar y padres y educadores tenemos la responsabilidad de acompañarlos en este recorrido.

Escribir en cursiva crea más dificultades para los niños. Además de ser más lenta que las letras mayúsculas, demanda un resultado final que no sólo debe ser correcto ortográficamente sino también estéticamente. 

Una bella escritura es desafiante y requiere de mucha paciencia. Escribir ayuda a desarrollar la paciencia y la perseverancia en los niños (e incluso en muchos adultos ...)

Fundemos un Club de Escritores
(A nuestros niños les encanta el formar parte de un grupo)

Establezcamos un ritmo: la paciencia llega como un hábito si todos los días establecemos un horario para el ejercicio de escritura.
Registremos las mejoras: mostremos a los niños sus avances para que se den cuenta de lo que significa mejorar. Mantengamos un cuaderno en donde ellos escriban unas frases cada dos semanas y así puedan visualizar las diferencias y los avances que van logrando.
Exploremos todas las oportunidades posibles para escribir: en la arena, en la tierra del jardín, sobre un vidrio empañado, así tendrán la sensación de que ya no es una tarea.
Creemos, junto a ellos, superficies de diferentes materiales para escribir: bandejas con harina, arena, sal, azúcar.
Juguemos a dejar mensajes secretos escritos en pequeños posts.
Escribamos, junto a ellos, un libro con materiales reciclados.
Escribamos juntos una lista de compras del mercado.
Juguemos al restaurante, y escribamos el menú.
Escribamos listas: de regalos para pedir en Navidad; de los libros que queremos leer; de nuestros personajes favoritos; de los invitados a nuestro cumpleaños, etc.
Escribamos una carta a un familiar querido (que se prestará al juego y responderá).
Inventemos postales para escribir y enviar a nuestros amigos.
Juguemos a adivinanzas escribiendo las preguntas en papelitos.

20/02/2017

La importancia de la Creatividad en los niños y de cómo podemos anularla…




La creatividad necesita asumir riesgos. 

Nosotros los Educadores jugamos un papel clave en el desarrollo de la creatividad de nuestros estudiantes. 








Podemos incentivarla pero también podemos anularla…

¿Cómo?

1. Seamos metódicos

Las planificaciones están bien, nos ayudan a organizarnos y cumplir objetivos pero de nada valen si no toman en cuenta las motivaciones e intereses de nuestros alumnos. Tenemos que incluir las preocupaciones e ideas de nuestros estudiantes en el recorrido del aprendizaje.

2. Pidamos a todos lo mismo

Tendemos a pedir a nuestros alumnos que repliquen modelos que nosotros los educadores ya les damos, es decir, que hagan todos lo mismo y de la misma forma. Con esta práctica, estamos obviando la creatividad individual para resolver situaciones y les estamos negando la posibilidad de conocerse mejor a sí mismos.

3. Eliminemos las materias expresivas

Muchas asignaturas han desaparecido prácticamente de nuestros planes de estudio para dar preferencia a otras. Nuestros alumnos no tienen casi contacto con algunas áreas como la danza, el cine, el teatro o la poesía. Esto resulta una traba para que nuestros pequeños puedan explorar y experimentar sus propios talentos.

4. Evitemos premiar la iniciativa y la actitud emprendedora

No todo tiene por qué hacerse de la misma manera y cada uno debe encontrar sus propias formas de resolver las cosas. Las respuestas, en un ambiente creativo, pueden ser disparatadas, variadas, fuera de lo común. Siempre serán respuestas y deberán ser premiadas y tomadas en cuenta.

5. Evitemos hablar de emociones

Confiar en uno mismo y tener una buena autoestima es la base de la creatividad. Los niños necesitan de las palabras de ánimo y del afecto de sus referentes para ir ganando seguridad dentro de los entornos que no conocen y así superar sus miedos hacia las materias o contenidos nuevos. Es imprescindible que Educadores y Padres estemos atentos a cómo se sienten los niños y les ofrezcamos espacio para expresarse.

6. Demos demasiada importancia a los errores

Cuando nuestros alumnos se equivocan, nuestra respuesta automática es la de corregir y decirles en qué han fallado. Démosles tiempo para que ellos puedan detectar los errores y autocorregirlos, solo así aprenderán. Avanzar en el recorrido de estudio es importante pero también lo es el recordarles lo mucho que han aprendido, lo que saben hacer bien y el esfuerzo que ponen a diario para lograrlo.

7. No tengamos tiempo para sus proyectos personales

A pesar de que el tiempo es injusto, debemos incorporar un momento para que los alumnos desarrollen sus propios proyectos. Es decir, dedicar un tiempo semanal para que investiguen, guiados por nosotros, sobre las cosas por las cuales sienten curiosidad.

La curiosidad y el error son las bases de la creatividad y del aprendizaje.

13/02/2017

Inteligencia Emocional y Estabilidad Emocional en los jóvenes…

El consumo de todo tipo de tranquilizantes se ha multiplicado en la última década.  
El no desarrollo de inteligencia emocional causa un aumento en el consumo de psicofármacos, especialmente entre los jóvenes. 


Las posibles causas:

Los jóvenes están muy presionados.

Muchos jóvenes cuentan con una buena preparación académica, pero no tienen una buena preparación emocional. Cómo aplicar esa preparación haciendo lo que realmente les gusta, el valor de decidir lo que realmente les apasiona, el afrontar las dificultades que esas decisiones implican sumado a las pocas oportunidades del mercado laboral, les genera desesperanza, tristeza o sensación de inadaptación en su entorno. Muchas veces, desafortunadamente, para hacer frente a este cóctel de emociones y a la tendencia a encontrar soluciones rápidas, se recurre sistemáticamente a la farmacología (o cualquier otro “evasor” tipo alcohol, droga, etc.).

Educamos a los jóvenes solo para ser felices.

Es necesaria una educación emocional. La sociedad no educa a aprender a convivir y gestionar las adversidades de la vida, sino para ser feliz y tener éxito siempre. Se envía el mensaje de que debemos vivir sin dolor a toda costa y si aparece, eliminarlo en el menor tiempo posible. El problema es que los “evasores” solo otorgan breves momentos de tranquilidad y felicidad sin atacar las verdaderas causas que generan ese estado, creando una adicción muy peligrosa y posibles efectos colaterales en el mediano y largo plazo, aún desconocidos. Es necesario elaborar un plan de acción conjunta (familia – escuela – sociedad) que logre dar respuestas concretas a las necesidades de los jóvenes.

Las mujeres consumen más que los hombres

Entre los jóvenes, las mujeres son el otro grupo más presionado porque en la mayoría de los casos recae sobre ellas la responsabilidad familiar y la precarización laboral (cobran menos que los hombres y ocupan cargos menos importantes). La mujer sigue predominando en los trabajos que conllevan más desgaste psicológico, como maestras, enfermeras, psicólogas, pedagogas.
Recurrir a fármacos u otras sustancias, no debería ser considerada una solución. Habría que hacer un análisis integral, no solo sanitario, de los motivos que han llevado tanto a los jóvenes como al resto de la sociedad a aumentar el consumo de estos.

Si no se abordan los determinantes sociales que pueden estar afectando a la franja social que consume estos medicamentos, será difícil cambiar la situación porque el actual sistema sanitario – social – cultural, no tiene las herramientas para dar las respuestas adecuadas.

En este sentido, la gestión de las emociones juega un rol fundamental: Las personas deben aprender a utilizar y gestionar sus recursos emocionales, a relacionarse con los demás afectiva y positivamente y a saber generar contextos constructivos.

06/02/2017

La Empatía en los Educadores…


La Empatía está a la base del nuevo concepto de Educación, mucho antes del Curriculum.

Por encima de cualquier herramienta educativa, está la relación del docente con el alumnado. 

Nuestro cerebro asimila solo lo que nos emociona de alguien que nos emociona.

Para el alumno el encuentro cotidiano con su educador debe ser motivo de alegría, de emoción, de curiosidad, de ganas de comunicar. Solo así ese pequeño y maravilloso cerebro estará en su mejor condición para asimilar y memorizar cualquier información que nosotros le transmitamos.

1. Preguntemos antes de afirmar

Este es el primero paso que debemos aplicar para que la comunicación en el aula cambie. Generalmente solemos imponer nuestra postura y obviamos que existen otras realidades. Fomentemos el diálogo y mostremos interés por nuestros alumnos para que se sientan cómodos para expresarse y así compartir sus problemas y preocupaciones. No importa la edad de nuestros alumnos, nunca subestimemos sus capacidades de análisis y respuesta. Hagan la prueba: Se sorprenderán!

2. Comencemos nuestras conversaciones interesándonos por nuestros alumnos

Estaremos dando un primer paso para que ellos se abran y nos expliquen cómo se sienten. Evitemos hablar sobre nosotros y centrémonos en escuchar, tendremos mucho que aprender seguramente.

3. Conozcamos a nuestros alumnos

Descubramos cosas que desconocemos de nuestros alumnos: Qué hacen al salir de la escuela, qué les gustaría aprender en clase, qué opinan sobre un tema concreto, etcétera. Todo lo que sepamos nos resultará de gran ayuda para nuestras clases, y podremos emplearlo para motivarlos y centrarlos.

4. No tengamos prejuicios ni coloquemos etiquetas

Busquemos la oportunidad de ver y observar a nuestros alumnos sin los filtros que nosotros mismos y la sociedad nos han impuesto con el paso del tiempo.

5. Pensemos y actuemos siempre en positivo

Prestemos atención solo a las cosas que nuestros alumnos hacen bien, obviando lo que hacen mal. Hagámosles saber lo mucho que valoramos el esfuerzo que dedican en aprender y cuánto han aprendido desde el inicio del curso. No nos permitamos ningún pensamiento negativo.
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