La creatividad necesita asumir riesgos.
Nosotros los Educadores jugamos un papel clave en el desarrollo de la
creatividad de nuestros estudiantes.
Podemos incentivarla pero también podemos
anularla…
¿Cómo?
1. Seamos metódicos
Las planificaciones están bien, nos ayudan
a organizarnos y cumplir objetivos pero de nada valen si no toman en cuenta las
motivaciones e intereses de nuestros alumnos. Tenemos que incluir las
preocupaciones e ideas de nuestros estudiantes en el recorrido del aprendizaje.
2. Pidamos a todos lo mismo
Tendemos a pedir a nuestros alumnos que
repliquen modelos que nosotros los educadores ya les damos, es decir, que hagan
todos lo mismo y de la misma forma. Con esta práctica, estamos obviando la creatividad
individual para resolver situaciones y les estamos negando la posibilidad de
conocerse mejor a sí mismos.
3. Eliminemos las materias expresivas
Muchas asignaturas han desaparecido prácticamente
de nuestros planes de estudio para dar preferencia a otras. Nuestros alumnos no
tienen casi contacto con algunas áreas como la danza, el cine, el teatro o la
poesía. Esto resulta una traba para que nuestros pequeños puedan explorar y
experimentar sus propios talentos.
4. Evitemos premiar la iniciativa y la
actitud emprendedora
No todo tiene por qué hacerse de la misma
manera y cada uno debe encontrar sus propias formas de resolver las cosas. Las
respuestas, en un ambiente creativo, pueden ser disparatadas, variadas, fuera
de lo común. Siempre serán respuestas y deberán ser premiadas y tomadas en
cuenta.
5. Evitemos hablar de emociones
Confiar en uno mismo y tener una buena
autoestima es la base de la creatividad. Los niños necesitan de las palabras de
ánimo y del afecto de sus referentes para ir ganando seguridad dentro de los
entornos que no conocen y así superar sus miedos hacia las materias o
contenidos nuevos. Es imprescindible que Educadores y Padres estemos atentos a
cómo se sienten los niños y les ofrezcamos espacio para expresarse.
6. Demos demasiada importancia a los
errores
Cuando nuestros alumnos se equivocan,
nuestra respuesta automática es la de corregir y decirles en qué han fallado. Démosles
tiempo para que ellos puedan detectar los errores y autocorregirlos, solo así
aprenderán. Avanzar en el recorrido de estudio es importante pero también lo es
el recordarles lo mucho que han aprendido, lo que saben hacer bien y el esfuerzo
que ponen a diario para lograrlo.
7. No tengamos tiempo para sus proyectos
personales
A pesar de que el tiempo es injusto,
debemos incorporar un momento para que los alumnos desarrollen sus propios
proyectos. Es decir, dedicar un tiempo semanal para que investiguen, guiados
por nosotros, sobre las cosas por las cuales sienten curiosidad.
La curiosidad y el error son las bases de
la creatividad y del aprendizaje.
No comments:
Post a Comment