No todos los estudiantes tienen la
misma aptitud para las matemáticas. Para algunos, es algo natural pero para la
mayoría (me incluyo), las matemáticas son a menudo un tema aburrido y temido.
En mis talleres de Neuroeducación, siempre surge una inquietud sobre cómo combinar diversión con materias que de divertido no tienen nada. Por ejemplo, las Matemáticas.
Nosotros, apasionados educadores,
debemos utilizar toda nuestra creatividad para obtener algunas técnicas diferentes
e innovadoras que puedan ayudar al cerebro de nuestros alumnos a salir del
“Modo Drama” - (“no puedo” – “no lo
logro” – “es muy difícil para mí” – “soy bruto para esto”, etc.)
Recordemos que a nuestro cerebro le
gusta contextualizar la información que recibe. Entonces…contextualicemos:
1. Apliquemos las matemáticas a los
intereses de nuestros alumnos.
Si les gusta el fútbol, podemos enseñarles
a usar técnicas de cómo registrar las estadísticas de un partido o de un
equipo, cómo calcular los promedios de los goles. Las posibilidades son
infinitas. Si les gusta la moda, podemos a través de imágenes o videos de
desfiles hacer una infinidad de cálculos (metros de tela utilizados, cantidad
de modelos, turnos, accesorios, etc.)
2. Organicemos juegos
Organizar juegos siempre es una
estrategia muy eficaz a la hora de enseñar (al cerebro le gusta aprender
jugando – no importa la edad). Organicemos una búsqueda del tesoro utilizando
las matemáticas. Podemos formar equipos en nuestra clase y hacer pistas con problemas
matemáticos. Los equipos tendrán que resolver dichos problemas para lograr
alcanzar el deseado tesoro. Es una competencia saludable que solidifica el
trabajo grupal. (Inteligencia Emocional).
3. Involucremos a los padres
Pidamos a los padres que asignen a
sus hijos tareas diarias y sencillas que involucren las matemáticas. Por
ejemplo, calcular los gastos mensuales del hogar, el porcentaje de descuentos
en tiendas, el consumo de gasolina, etc. Todas estas actividades ayudan a
mantener el elemento matemático activo en el cerebro de los estudiantes de una
manera divertida.
4. Utilicemos material en línea.
Internet es una parte inseparable de
la vida de todos los estudiantes. Hay mucha información gratuita e innovadora
para explicar conceptos que nuestros alumnos encuentran difíciles.
5. Compartamos historias sobre
matemáticos famosos.
Descartes, Ptolomeo, Pitágoras, Newton,
Arquímedes, Pascal, Russell, grandes pensadores que pueden despertar el interés
de nuestros estudiantes en las matemáticas. Podemos pedirles a nuestros alumnos
que investiguen por su cuenta tales historias y luego las compartan con sus
compañeros en clase.
6. Estructuremos pruebas con errores.
Podemos pedir a los estudiantes que
formen grupos y que cada grupo cree una prueba de matemática con algún cálculo
errado. Los grupos pueden intercambiar la información y así competir para ver
cuál de ellos termina primero la prueba. Incluso, hagamos que formulen
preguntas incorrectas para que luego discutan entre ellos qué está equivocado en
las preguntas. El desarrollo de preguntas ayuda a nuestros estudiantes a
obtener una comprensión más profunda del tema.
Como educadores, podemos cambiar un
tema aburrido y transformarlo en un desafío emocionante para nuestros
estudiantes. Un poco de paciencia, pasión y creatividad es todo lo que necesitamos
para que el recorrido del aprendizaje sea siempre interesante y apasionante para
ellos y para nosotros.
Les aseguro que vale la pena.
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