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08/10/2018

Una grande alleata per noi educatori…



“Mindfulness” significa la totale concentrazione nel momento presente, un modo per staccarci dal mondo e da quello che il mondo vuole che noi siamo e così ritrovare noi stessi. Se essa si applicasse nelle scuole, i bambini sarebbero in grado di crescere senza una maschera, in maniera autentica, di evolversi per quello che sono e non per quello che la società richiede che siano.

La vita di tutti i giorni, con le sue regole e le sue imposizioni, costruisce intorno a noi uno scudo che impedisce al nostro essere di realizzarsi, e fa sì che ci si adegui e ci si adagi in questa semplicità dettata dal conformismo, senza dare spazio a noi stessi. Così anche i bambini e i ragazzi (futuri adulti) imparano a utilizzare quella maschera e ad essere insensibili al mondo che li circonda, alla natura, agli animali, alla vita in genere, senza sentire nessun tipo di empatia.

Se i bambini praticassero la “mindfulness” regolarmente, sarebbero meno inclini allo stress, svilupperebbero legami più forti senza sentirsi in competizione con gli altri, avrebbero un più alto livello di concentrazione e attenzione. Compito della scuola non è soltanto informare ma anche formare persone più forti emotivamente in grado di vivere il presente e in grado di diventare da grandi ciò che davvero il loro cuore desidera.

“Se ad ogni bambino venisse insegnata la meditazione, riusciremmo ad eliminare la violenza nel mondo entro una generazione” – Dalai Lama

Diversi studi hanno dimostrato che la pratica periodica della “mindfulness” a scuola riduce di molto ansia, stress, paura e depressione, tutte sintomatologie molto comuni nei nostri giorni e per questo motivo è importante che già da piccoli i bambini imparino a meditare e a prendere coscienza di se stessi.

La pratica della “mindfulness” nelle scuole ha diversi effetti positivi:

• Un miglioramento della creatività
• Un miglioramento del rendimento scolastico
• Una riduzione dello stress
• Una riduzione della sonnolenza
• Un miglioramento della memoria
• Un apprendimento più veloce
• Un migliore comportamento
• Un migliore apprezzamento degli altri
• Una maggiore fiducia in se stessi
• Una maggiore autorealizzazione
• Più energia, più attenzione
• Un miglioramento del pensiero critico ed elevato
• Un miglioramento della salute fisica.

Molte scuole stanno inserendo la pratica della “mindfulness” nel loro programma istituzionale, ma ancora ci manca molto.

Meditiamo su questo…


Sociedades en “Modo Springfield”…



Las preguntas son un gatillo para nuestro cerebro. La habilidad de saber preguntar se desarrolla preguntando. No hay conversación fructífera sin preguntas poderosas. Sócrates era un defensor de la conversación y del debate. A través de continuas preguntas, sus discípulos reflexionaban y accedían a su conocimiento interno, lo que les brindaba la posibilidad no solo de aprender sino también una gran oportunidad para conocerse a sí mismos.

Saber formular preguntas poderosas es considerada una habilidad del pensamiento creativo.

Los seres humanos (solo algunos…) hacemos y nos hacemos preguntas para comprender la realidad que nos rodea y poder así tener referencias y respuestas. Las preguntas nos ayudan a estructurar nuestro pensamiento, a sacar a la luz los puntos de dudas, a debatir nuevos puntos de vista, a asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos e ideas y a descubrir lo que permanece más oculto, lo menos obvio.

Las preguntas (poderosas y abiertas) provocan transformaciones, estimulan la aparición de nuevos caminos para pensar y provocan a su vez, nuevas preguntas favoreciendo lo que se conoce como “lluvias de ideas”. Por ello, un buen educador debe dominar el arte de hacer preguntas para aplicarla cotidianamente en sus clases. Preguntas que enriquezcan el ambiente del aula y estimulen la participación de todos los alumnos permitiendo que distintas ideas y puntos de vista afloren y convivan. Preguntas inspiradoras, motivadoras, amplias, que tengan fuerza, que lleven al estudiante a sacar sus propias conclusiones y a explorar un área del saber sin condicionamientos preestablecidos. Preguntas que hagan pensar y permitan que las ideas se interconecten y formen nuevas redes de conexiones neuronales.

¿Qué…? ¿Dónde…? ¿Cuándo…? ¿Quién…? ¿Hasta qué punto…? ¿En qué medida…? ¿Según tu punto de vista…? ¿Cómo…? ¿Para qué…?

Preguntas que marquen un espíritu de encuentro y despierten gran curiosidad por aprender, pensando por sí mismos. Preguntas que desarrollen el pensamiento crítico, anticonformista, expandiendo así la creatividad.

Las sociedades futuras necesitarán seres pensantes, multifacéticos, abiertos, tolerantes, críticos, empáticos, correctos para salir del “Modo Springfield” en el que muchas estas sumergidas.

Preguntemos y preguntémonos qué debemos dejar de hacer, qué debemos continuar e hacer y qué debemos comenzar a hacer.

02/10/2018

(No siempre) Son fáciles de identificar…


Las personas mentirosas por naturaleza no cambian, solo mejoran sus estrategias. Adoptan la mentira como forma de relacionarse, de considerarse aceptable ante otros, de generar confianza.






A diferencia del mitómano que miente y se cree sus mentiras para enmascarar su realidad, porque es inseguro, tiene baja autoestima y busca ser aceptado, el mentiroso está consciente de sus mentiras y así se delata a través de su lenguaje no verbal y para verbal, es decir, cambia de postura, se pone nervioso, modifica su timbre vocal.


Las personas mentirosas por naturaleza no cambian, solo mejoran sus estrategias. Adoptan la mentira como forma de relacionarse, de considerarse aceptable ante otros, de generar confianza.

Los “buenos” mentirosos poseen ciertas características:

Deben ser inteligentes: Ellos harán uso de su inteligencia cognitiva para armar sus mentiras previendo las potenciales fallas de su plan.

Deben ser desconfiados: Quienes están acostumbrados a mentir, tienden a desconfiar en la palabra de los demás.

Deben poseer una buena memoria: Ellos necesitan contar con una excelente memoria para recordar lo dicho en un principio, sin caer en contradicciones y minimizar los riesgos de ser descubiertos.

Deben ser descarados: Por lo general sus mentiras tienen mucho contenido de realidad, lo que hace que sean más sencillas de recordar y de sostener.

Deben ser tranquilos: Un sólido estado emocional es un factor importante para los “buenos” mentirosos. Los nervios, la ansiedad, la depresión, la ira, no son buenos acompañantes.

Deben ser fríos y calculadores: Pueden armar su red de mentiras sin importarles el impacto o consecuencias que pueda generar a través de ella.

Deben ser sociables y extrovertidos: No presentan dificultades en la interacción social, pudiendo expresarse sin contratiempos en diferentes audiencias. No son tímidos y tienen espíritu de aventura.

¿Quién de ustedes se considera un buen mentiroso? No mientan…

01/10/2018

A veces es “vieja” e inmaterial…



Hace unos días, en un encuentro de educadores en la ciudad de Montevideo, una estimada y exquisita colega argentina me dijo que yo poseía un “alma vieja”. En ese momento traté, inútilmente, de luchar contra mi Ego y me sentí “cuasi” ofendido. Mi ignorancia sobre el tema pudo más, interpretando de manera errónea dicha calificación.

El término “alma vieja” se refiere a personas que son diferentes del resto, casi siempre porque tienen un nivel de madurez muy superior al que muestran el resto de sus coetáneos. Son personas que son más inteligentes, más sensibles, más intuitivas y que muchas veces sienten no conectar con la época en que viven.

El origen de la expresión “alma vieja” proviene del taoísmo que asevera que el alma abandona el Tao (Principio supremo e impersonal de orden y de unidad del universo), para adquirir experiencias para luego de su largo viaje, regresar al Tao, enriquecida con las experiencias de vida. Así, el alma pasaría por 5 edades (o etapas) y mientras mayor es la edad, más perfección y percepción ella logra.

Ahora, como todo, el ser un “alma vieja” tiene sus lados positivos, pero también sus lados negativos.

Comencemos con los positivos:

1. Alto grado de madurez. Estas personas son muy maduras para su edad, se plantean cuestiones en las que sus coetáneos ni siquiera piensan y a menudo llegan a conclusiones muy sagaces, mostrando un grado de razonamiento superior al normal.

2. Disfrutan de la soledad y la introspección. Las personas que tienen un “alma vieja” suelen sentirse cómodas en soledad, no necesitan estar continuamente acompañadas porque su mundo interior es suficientemente rico. Suelen aprovechar ese tiempo para reflexionar, para buscar un sentido más profundo a la vida y a lo que ocurre alrededor de ellas.

3. Tienen un sentido más espiritual de la existencia. Las “almas viejas “son personas muy reflexivas pero se mueven por pasión, les gusta trabajar en algo que les guste y buscan continuamente su autorrealización. Son capaces de apreciar el valor de las cosas sencillas y no dan excesiva importancia a los beneficios materiales. Se esfuerzan en desarrollar una habilidad y suelen encontrar el placer en el camino, no en la meta.

4. Tienen un instinto muy desarrollado. Las “almas viejas” tienen un excelente instinto y cuando se guían por este, no suelen fallar. Esto se debe a que son muy observadoras y tienen una gran capacidad para formar en su mente cuadros completos de las situaciones a través de imágenes que para la mayoría de las personas pasan desapercibidas.

5. Poseen un elevado nivel de empatía y sensibilidad. Estas personas son particularmente empáticas, pueden ponerse en el lugar de los demás con facilidad y comprenderlos, incluso cuando nadie más lo logra. Esto se debe a que pueden ver más allá de los actos y comprender las motivaciones o la forma de pensar del otro. Son capaces de perdonar, de dejar ir y de aconsejar sin juzgar.

Sigamos con los negativos:

- Sienten que no encajan con las personas de su edad ya que le interesan cosas diferentes y les resulta difícil compartirlas. Por eso, a menudo estas personas tienen amigos o mayores o menores, con los cuales puede hablar de temas más complejos y diversos.

- Experimentan una sensación de desconexión con el mundo, la cual se debe a que no encuentran a muchas personas que compartan sus puntos de vista y su forma de enfrentar la vida, sobre todo en culturas donde se prioriza el dinero y las posesiones.

- Pueden tener problemas de autoestima o incluso sufrir depresión ya que suelen medirse a sí mismos con una vara moral muy estricta y en ocasiones se sienten atormentados por sus defectos o errores.

Ni la neurociencia ni mucho menos la psicología han logrado determinar lo que realmente es un “alma vieja”. Lo que es innegable que hay personas que tienen un nivel de madurez muy superior al esperado para su edad, siendo catalogados como “precoces” ya que aventajan al resto de sus coetáneos en inteligencia y/o sensibilidad. El secreto de esa precocidad aún no se ha desvelado, muchos piensan que se trata de una concatenación de factores entre los que se encuentran determinadas características de temperamento y personalidad, un contexto socio-cultural propicio, un alto grado de motivación y un nivel de inteligencia y creatividad superior a la norma.

Así que ya saben, si los definen como “almas viejas”, no se ofendan.

18/09/2018

In ogni incontro, “lui parla” per primo…







Il linguaggio del corpo (non verbale) è un eccellente specchio delle vere emozioni dei nostri interlocutori.









Quando c'è una contraddizione tra linguaggio verbale e linguaggio fisico, il nostro cervello interpreta una possibile minaccia e quindi si blocca, chiude alle emozioni e boicotta ogni tipo di sana comunicazione.
Il linguaggio non verbale è una forma di comunicazione che utilizza i gesti, le posture e i movimenti del corpo e del viso per trasmettere informazioni sulle emozioni e i pensieri dell'emittente. Di solito è fatto inconsciamente, quindi di solito è un indicatore molto chiaro dello stato emotivo della persona. Tuttavia esso non deve essere considerato come una verità assoluta perché ci sono molti esterni che possono influenzarlo: la chiave è osservare l’insieme di segni che sono coerenti tra loro e scartare le possibili cause esterne (temperatura, rumore, affaticamento, ecc.).

Ecco alcune tecniche di linguaggio fisico che potrebbero essere difficili da padroneggiare, ma che saranno molto efficaci una volta adottate.

1. Imitare l’atteggiamento della persona alla quale stiamo parlando

“Riflettere”, cioè allineare il nostro corpo alla posizione della persona con cui stiamo parlando, mostra accordo e considerazione e da una prima buona impressione di noi.

2. Camminare con energia e decisione

Non tutti pensano al modo in cui camminano, lo sottovalutano. Alcuni si trascinano camminando stancamente, in modo impacciato. Camminare in maniera sicura, determinata vale la pena non solo per la nostra immagine, ma anche per la nostra salute.

3. Guardare negli occhi

Lo sguardo è fondamentale nella comunicazione interpersonale. Le persone con uno sguardo traballante appaiono spesso come ansiose, distratte o disoneste. Padroneggiare l’abilità di mantenere il contatto visivo è una pratica che può aiutarci molto in ogni tipo di relazione.

4. Tenere le mani in vista

A volte è difficile sapere cosa fare con le mani quando non le stiamo usando, specialmente se siamo nervosi. Rovistare in modo convulso nelle tasche o incrociare le braccia sono atteggiamenti comprensibili e molto frequenti, ma proiettano un’immagine negativa di noi. È importante mantenere le mani in vista. Un linguaggio del corpo più aperto coinvolge maggiormente le persone e permette agli altri di fidarsi di noi.

5. Stare rilassati, ma non rigidi

Tamburellare con le dita, ritmare con un piede, toccarsi i capelli o al contrario restare immobili in modo quasi innaturale; gesti che potrebbero essere interpretati come disonestà o paura. Trovare un giusto equilibrio tra essere agitati e stare immobili, farà una migliore impressione sugli altri.

6. Stare seduti dritti

Se ci allunghiamo all’indietro sulla sedia, trasmettiamo un disinteresse nella conversazione; se ci accasciamo sulla sedia potremmo indicare mancanza di affidabilità. Dovremmo sederci come se ci fosse una corda tesa dalla nostra testa fino al soffitto. Stare seduti diritti è considerato un segno di intelligenza, affidabilità e credibilità.

7. Fare attenzione alla stretta di mano

Una stretta di mano debole è interpretata come debolezza. Quando stringiamo la mano dovremmo sentire le ossa della mano dell’altra persona premere leggermente contro la nostra pelle, e tenere quella pressione per due o tre movimenti moderati in altezza e contemporaneamente mantenere il contatto visivo accompagnato da un sincero sorriso.

8. Rallentare

Quando si è nervosi, tendiamo ad affrettare tutto, come il discorso o i movimenti. Quando invece c’è precisione nei movimenti, si ha molta più efficienza e si trasmette sicurezza.


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