Search

02/02/2017

Educar deja huella…


Nosotros los educadores debemos estar conscientes de un elemento fundamental que tiene que ver con nuestros estudiantes: Dejamos huella. Esa huella puede ser positiva, constructiva o por el contrario negativa, destructiva. 

Seguramente todos nosotros recordamos aquellos maestros y profesores que de alguna manera lograron despertar en nosotros emociones. En lo personal, prefiero ser recordado positivamente así que siempre doy prioridad a la calidad de la relación con mis estudiantes antes que la del curriculum.

No olvidemos que nuestro cerebro aprende solamente algo que le emociona, de alguien que le emociona.

Dejaremos huella si…

…despertamos curiosidad. El estudiante curioso aprende mejor, con más interés y más implicación. Animemos a nuestros alumnos a preguntarse siempre las causas y los efectos, a indagar acerca de las afirmaciones que aparecen en los libros de texto o a buscar más información sobre los detalles que les llamen la atención. Organicemos debates y compartamos en clase.

…les enseñamos a aprender. Ofrezcamos a nuestros alumnos herramientas y estrategias para que ellos mismos construyan su propio aprendizaje. Aprender activamente resulta mucho más eficaz que hacerlo de forma pasiva y además crea hábitos, pautas y recursos que se podrán utilizar en cualquier materia y en cualquier ámbito para actuar de manera autónoma.

…los acostumbramos a pensar. Fomentemos el pensamiento crítico animándolos a utilizar la lógica y la argumentación, a analizar lo que ocurre a su alrededor para cuestionarlo y a decidir por ellos mismos. Son destrezas que utilizarán a lo largo de la vida y cuyo aprendizaje nos agradecerán para siempre.

…les mostramos el lado práctico del conocimiento. Siempre que sea posible, contextualicemos la información que estamos transmitiendo a nuestros alumnos. Nuestro cerebro asimila mejor los conceptos concretos más que los abstractos. Experimentos, excursiones, salidas, anécdotas, enigmas, problemas sobre temas que les afectan directamente y a los que tendrán que enfrentarse en sus vidas.

…los sorprendemos. Seamos creativos y busquemos nuevas ideas para que nuestras clases resulten diferentes y motivadoras. Así mantendremos el interés de nuestros alumnos y comprobaremos qué técnicas funcionan mejor a la hora de enseñar. Recordemos que cuando uno enseña, dos aprenden.

….si fomentamos el amor por la lectura. Un libro, un personaje o una historia que los apasione harán que nunca olviden a su profesor. Leamos con ellos fragmentos de cuentos que les gusten, formemos una biblioteca en el aula, animémosles a traer a clase sus libros favoritos.

…les transmitimos valores. Los estudiantes pasan muchas horas de sus vidas en las escuelas entre números, conceptos, trabajos, exámenes y notas. Tenemos que crear espacios para la conciencia social, la tolerancia, el respeto, la reflexión y el resto de valores que harán de ellos ciudadanos comprometidos y responsables.

…los escuchamos. El aprendizaje es un proceso comunicacional a dos vías: Nuestros alumnos aprenden de nosotros, pero nosotros también aprendemos de ellos. Practiquemos la empatía, tratemos de entenderlos; seguramente nos sorprenderán. Recordemos que no hay dos alumnos iguales por ende, debemos fomentar la integración en clase y prestar atención a los que se sienten más solos o aislados.

…mantenemos una actitud positiva. El humor y la diversión son herramientas indispensables en el aprendizaje. Debemos transmitir el entusiasmo y la alegría de aprender y lo mucho que se puede disfrutar compartiendo conocimientos y experiencias.


…somos justos. Los pequeños enfrentamientos con nuestros alumnos son inevitables, pero será nuestra capacidad para gestionarlos lo que marque la diferencia. Mantengamos la calma, dejemos claros los motivos de nuestra resolución y actuemos con justicia. 

No comments:

Post a Comment

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...