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20/04/2020

INTELIGENCIA INFORMACIONAL Y CALIDAD DE VIDA

La inteligencia informacional es una habilidad que, a través de un esfuerzo intelectual, nos permite seleccionar y separar los elementos significativos de los insignificantes, evaluándolos tanto por separado como en su conjunto para así poder llegar a una conclusión a través de un razonamiento inductivo y deductivo.

¿Cómo llegamos a la formulación de una hipótesis o de una evaluación?

¿Qué proceso nos lleva a tomar una decisión en vez de otra?

¿Cómo saber si estamos tomando la decisión correcta?

¿Cómo establecer la veracidad de una información que recibimos?

Para reforzar la habilidad de Inteligencia Informacional, debemos antes desarrollar lo que será un gran aliado por toda nuestra vida: el pensamiento crítico. Este modelo de pensamiento es considerado en la actualidad muy importante y necesario y debería ser colocado como objetivo primordial en todo sistema de aprendizaje sin embargo, sigue siendo ignorado o subestimado.


“La información es una poderosa arma para informar o para desinformar.”


HOGAR, COLEGIO Y ENTORNO SOCIAL

Siguiendo con la <saga> Calidad de Vida, me permito insistir en este argumento ya que diariamente percibo un deterioro de la misma en muchos países, especialmente los de origen latino.

Uno de los inconvenientes, por lo que observo, es que seguimos confundiendo <Calidad de Vida> con <Nivel de Vida>. En Occidente, en donde se ha afianzado el materialismo y el <Tener> se posiciona por encima del <Ser>, es lógico que se confundan esos términos, afectando directamente el equilibrio emocional de los integrantes de estas sociedades.

En el ámbito educativo, sucede algo parecido ya que se confunde el <Instruir> con el <Educar>. Masas de niños y jóvenes están siendo instruidos (no todos) en colegios y universidades, pero muy pocos están siendo educados; mientras ellos saquen buenas notas, todos estamos contentos, tranquilos y satisfechos.

Del latín <ignorantia>, la ignorancia se entiende como el no saber o el no querer saber (que es el verdadero problema).

El ignorante consciente admite que no sabe y trata de informarse, de preguntar, de escuchar otras fuentes y/o personas para solventar su ignorancia. El ignorante inconsciente por el contrario se niega a saber, argumentando el estar en lo cierto. Este comportamiento es conocido en Neurociencia como el "Efecto Dunning-Kruger" o la ilusión de competencia. Un fenómeno que existe desde que nació el habla y que en la actualidad, en donde el conocimiento es clave, adquiere una dimensión muy preocupante.

Aunque casi todos tenemos unas opiniones positivas de nuestras propias habilidades físicas y/o intelectuales, algunos evaluamos erróneamente nuestros niveles de competencias, creyendo que son mucho más altos de lo que realmente son. Esa es una de las características más relevantes de las personas ignorantes: tienden a exagerar al evaluar sus habilidades. El problema es que, cuando las personas son incompetentes, no solo llegan a conclusiones y comportamientos erróneos, sino que además no tienen la capacidad (ni la voluntad) de reconocer sus desaciertos. En lugar de sentirse confundidos, perplejos o preocupados por sus hábitos u opiniones erradas, las personas ignorantes inconscientes insisten en que están en lo correcto.

 

"La ignorancia genera, a menudo, más confianza que el conocimiento".

Charles Darwin

 

Las personas más inteligentes y cultas en muchos casos, tampoco logran evaluar con precisión sus habilidades. La (gran) diferencia está en que las personas más competentes, constantemente reformulan su autoevaluación, mientras que las personas ignorantes casi nunca lo hacen porque ellas <siempre tienen razón y los equivocados siempre son los demás>.

El mundo actual es dinámico, cambiante, multifacético. Muchos afirman que con la llegada de Internet, la información se “democratizó” ya que llega a muchas más personas y de manera casi gratuita. Pero esa "democratización" de la información no necesariamente implica una calidad de la misma. Día a día se produce y se difunde información que se expande a una velocidad y en proporciones nunca antes vistas, pero sin ningún criterio cualitativo o selectivo. 

¿Cómo afrontar esta tendencia inevitable y capitalizarla para que sea un instrumento de crecimiento socio-cultural?

A lo largo de nuestra vida los seres humanos contamos con tres “laboratorios” para nuestra formación y educación:

El hogar – El colegio – El entorno social

Estos tres “laboratorios” deberían ser por un lado, independientes pero funcionar en sinergia para lograr mejores resultados. Los padres, las escuelas, los profesores, el entorno familiar y social deberían estar enfocados en preparar a las futuras generaciones a desarrollar el Pensamiento Crítico: enseñar y aprender a cuestionar y a cuestionarse; herramienta fundamental para desarrollar individuos capaces de crear y sostener sociedades más democráticas, justas, tolerantes y participativas.

El Pensamiento Crítico debería insertarse en todo programa de educación y enseñarse en todos los ámbitos sociales y culturales para que seamos capaces de analizar y cuestionar toda información u evento que se nos presente en la vida: o sea, para poseer una efectiva Alfabetización Mediática. 

La Inteligencia Informacional (MIL - Media and Information Literacy) es una competencia indispensable para el futuro de la humanidad. La UNESCO la define como un conjunto combinado de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para la vida y el trabajo y abarca todos los tipos de medios de comunicación y proveedores de información y conocimiento (bibliotecas, archivos, museos, Internet).

Este conjunto de competencias ayuda a los ciudadanos de toda edad a comprender y a evaluar críticamente la realidad y a tomar decisiones más acertadas, compatibles con sus verdaderas creencias.

Italia, por ejemplo, desde 2017, lanzó un programa que consiste en clases para enseñar cómo reconocer noticias falsas y cómo verificar la información. La primera fase incluyó 8,000 escuelas y aproximadamente 4 millones de estudiantes. Dado el éxito del proyecto, la UE - Unión Europea - ha publicado una guía titulada “Cómo entender si una noticia es falsa"; se trata de un vademécum de ocho puntos que les resumo a continuación:

1-Revisar el contenido. ¿Parecen ciertos los hechos? ¿Son precisas las cifras? Debemos siempre mantener separados los hechos de las opiniones.

2- Verificar la fuente. ¿La conocemos? ¿El sitio parece tener algo extraño? Ingresemos el nombre de la fuente en Google; eso puede ayudarnos a descubrir si es confiable. A menudo hay sitios falsos que imitan el nombre de un medio o de un autor famoso, tal vez cambiando una sola letra y engañando así a los lectores distraídos.

3- Verificar el autor del artículo. ¿Está firmado o es anónimo? Una información veraz siempre se acompaña de la firma de su autor, asumiendo, este último, la plena responsabilidad de lo publicado.

4- Verificar las fuentes originales. ¿Utiliza el periodista/escritor/comentarista fuentes creíbles? ¿Se atribuyen las declaraciones a personas definidas o anónimas?

5- Revisar las imágenes. Ellas pueden ser utilizadas fácilmente en contextos distintos de lo que representan. Hay excelentes sitios en la web para verificar si una foto se ha usado otras veces anteriormente.

6- Reflexionar antes de compartir. Títulos y fotos podrían ser engañosos, el artículo podría leerse a la ligera. Reflexionemos sobre el poder y la responsabilidad de compartir información en las redes sociales.

7 - Cuestionar nuestras propias creencias. A menudo, una historia encaja muy bien con lo que nos gustaría leer y esto puede llevarnos a compartirla de inmediato. Aquí es donde tenemos que detenernos y analizar, controlar, reflexionar.

8 - Adoptar estas precauciones. Difundamos las buenas prácticas contra las noticias falsas y la ignorancia entre todos nuestros amigos y conocidos, virtuales o reales.

A la base de toda esta interesante y necesaria faceta que hace parte fundamental de nuestra vida como individuos y como ciudadanos responsables y proactivos, el Pensamiento Crítico es la herramienta que nos ayudará en nuestra búsqueda de la verdad.

Desafortunadamente hoy, debido en gran parte a la influencia de internet, las sociedades tienden a la estandarización del pensamiento. En otras palabras, tendemos a pensar colectivamente y así ser fáciles víctimas de manipulación. Cosa muy útil y provechosa para los detentores de grandes poderes (mediáticos, políticos, económicos, financieros, etc.)

Las personas que desarrollaron la habilidad del Pensamiento Crítico, logran resolver problemas de manera independiente y efectiva; son capaces de leer la realidad desde diferentes perspectivas, utilizando múltiples interpretaciones y visiones y no simplemente aquellas que les son propuestas de una manera más o menos oculta, por aquellos que reciben a cambio enormes ganancias económicas o políticas.

Gracias a plasticidad de nuestro cerebro (Neuroplasticidad), a cualquier edad podemos desarrollar la habilidad del Pensamiento Crítico (si estamos convencidos de querer hacerlo).

¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO CRÍTICO?

Pensar críticamente acerca de algo es primero, circunnavegar su significado por completo, observarlo desde todas sus perspectivas para que lo podamos comprender de manera única, personal, subjetiva. Cada cerebro trabaja con sus propias herramientas cognitivas: conocimiento de fondo, sentido de identidad, creación de significado. Solo después de haber comprendido el significado críticamente, tendremos la capacidad de analizarlo. Al pensar críticamente, vemos partes, formas, funciones y contextos. El pensamiento crítico es más que entender algo; requiere capacidad de resolución de problemas, creatividad, racionalización y un rechazo a aceptar las cosas como se nos presentan. Es la disposición y la capacidad para cuestionar todo.

El Pensamiento Crítico es el corazón y el alma del aprendizaje y en mi opinión, es el primer aspecto para ser tomado en cuenta a la hora de educar.

“Cómo enseñar a nuestros estudiantes a pensar, debería ser el propósito principal de todo buen educador. Cómo optimizar efectivamente la capacidad de aplicarlo debería nuestro gran desafío.”

Para desarrollar el Pensamiento Crítico, debemos desarrollar la capacidad de formular preguntas críticas. Ellas son excelentes herramientas para aplicar en todo contexto y a toda edad para iniciar a desarrollar esta habilidad.

¿Quién? / ¿Cuál? / ¿Qué? / ¿Cuándo? / ¿Dónde? / ¿Por qué? / ¿Cómo?

1 – Interrogarse.

El progreso tecnológico y la posibilidad constante de acceder a los recursos de Internet han facilitado, por un lado, algunos procesos y actividades diarias, pero por otro lado han atrofiado nuestra capacidad de autocrítica o auto interrogación.

Las personas ya no se hacen preguntas ya no se interrogan sobre temas importantes de la vida y cuando se les presenta algún obstáculo, alguna duda o pregunta, en lugar de pensar de forma independiente, acuden a la web en donde encontraran una solución o respuesta estandarizada. El resultado es que ya no sabemos cómo formular y formularnos preguntas constructivas; damos por sentado y confiable todo lo que <la Red> nos ofrece.

El primer paso para desarrollar un espíritu crítico es observar la realidad que nos rodea de una manera más analítica y profunda, haciéndonos preguntas y tratando de darnos respuestas objetivas, sin ser influenciados externamente.

 2 - Analizar el razonamiento de otros

Tener pensamiento crítico significa no considerar como cierto todo lo que ‘otros’ dicen o piensan. Aclaro que al referirme a los ‘otros’ no pretendo referirme solo a las personas más cercanas a nosotros, sino con quienes interactuamos diariamente y tratamos más o menos directamente, desde personas hasta noticias, programas de televisión, revistas, periódicos, redes sociales, portales y sitios web.

Debido a la pereza y al estilo de vida acelerado de la sociedad actual, somos llevados a considerar como realidad objetiva todo lo que nos transmite / comunica el mundo que nos rodea, perdiendo totalmente la capacidad de analizar y criticar.

El desarrollo de habilidades analíticas es uno de los requisitos previos para poseer un pensamiento critico.

Más allá de las evidencias científicas, respaldadas por datos objetivos, siempre debemos aprender a cuestionar toda la información que nos llega.

El objetivo es adquirir la capacidad de analizar cuidadosamente lo que otros dicen, para tratar de distinguir la información objetiva y las inferencias de las que en su lugar provienen de creencias arraigadas, emociones personales y experiencias subjetivas, por lo que a menudo carecen de una base lógica consistente.

3 - Aprender a leer los matices

En la sociedad actual, especialmente entre generaciones de jóvenes, el pensamiento extremo, técnicamente definido como 'dicotómico', está de moda.

Una 'cosa' se define como correcta o incorrecta, blanca o negra, por lo que el hábito de considerar los matices se pierde por completo.

Por su propia naturaleza, la dicotomía, dirigida a dividirse en dos partes, choca con el pensamiento crítico que en su lugar se basa en el análisis de múltiples aspectos de la realidad.

Por lo tanto, debemos aprender a identificar, leer y analizar incluso los pequeños detalles aparentemente triviales de todo lo que nos rodea: personas, eventos, situaciones, condiciones, ideologías, tendencias. La curiosidad y las proyecciones mentales para considerar más opciones son actitudes que conducen al individuo hacia un enriquecimiento personal profundo, a tener una mente más abierta.

4 - Desarrollar un sentido crítico imparcial

El pensamiento crítico es un proceso muy exigente que requiere compromiso. Para aquellos que no están acostumbrados a desarrollar un punto de vista personal y, por lo tanto, tienden a considerar lo que se les ofrece desde el exterior como objetivo, incluso puede llegar a ser agotador. Al elemento 'compromiso' debemos agregar la humildad intelectual, antagonista de nuestro Ego, que es la que nos permite dudar y relativizar siempre nuestros conocimientos y nuestras verdades.

Según los criterios de evaluación propuestos por los psicólogos Richard Paul y Laura Elder, las personas se clasifican, según el sentido crítico que se muestra, en tres categorías:

Personas acríticas: personas sin sentido crítico y que no pueden usar la lógica en la vida cotidiana. Tienden a ajustarse a las ideas de los demás.

Personas críticas pero egocéntricas: personas con un sentido crítico débil pero firmemente decididas a defender sus posiciones, a pesar de la objetividad.

Personas críticas imparciales: categoría de individuos que tienen un fuerte sentido crítico, dispuestos a afirmar sus puntos de vista con objetividad e imparcialidad. Esta es la categoría de aquellos que aspiran a desarrollar un pensamiento crítico-constructivo e imparcial.

5 - Estar bien informado

La información transmitida por los medios de comunicación, debería tender a la objetividad pero desafortunadamente, en la mayoría de los casos está sujeta a filtros y trucos periodísticos destinados a atraer la atención del público y a influenciar en sus credos y opiniones. La misma selección de noticias se lleva a cabo siguiendo criterios de medición de audiencias o sea que se los considera importantes simplemente porque han sido adoptados por los medios de comunicación. Con los temas de tendencia en la web sucede lo mismo: un algoritmo determina la importancia o veracidad de una noticia. Al poseer un sentido crítico, tenemos una visión general más amplia y completa del tema, que no incluye la opinión de otros. En este sentido, es importante prestar atención a la autoridad de las fuentes y, por lo tanto, a la fiabilidad de las noticias.

La Universidad de Nueva York realizó un estudio de más de 2,300 estudiantes de 24 universidades diferentes. Los resultados revelan que el 45% de los estudiantes no progresan en el desarrollo del pensamiento crítico y el razonamiento complejo en los primeros dos años de la universidad y que hasta el 36% no obtienen mejoras al final de los 4 años de estudio. En Hispanoamérica los datos son aún más negativos (y preocupantes).

CONCLUSIONES

El modelo de enseñanza tradicional incluye un maestro que "sabe" y muchos estudiantes que "no saben". El aprendizaje pasivo: cerebros “vacíos” que deben llenarse con una transferencia de conocimiento del educador al educando. La enseñanza vista como una gradual remoción de la ignorancia a través de la información, eso es todo. Como “nuevos” educadores, debemos abandonar la idea de ser simplemente transmisores de conocimiento y convertirnos en investigadores de conocimiento que elaboramos y compartimos con los estudiantes para estimularlos a reflexionar y pensar críticamente. Esto dará lugar a un desarrollo de habilidades de pensamiento de nuestros alumnos, pero también nos brindará un fuerte enriquecimiento de nuestro rol y de nuestras competencias como educadores. El pensamiento crítico es la mejor herramienta para evitar que las sociedades queden atrapadas en el “Modo Springfield” y así evitar la manipulación y la instrumentalización en beneficio de intereses creados.

Debemos comenzar a prestar atención a estos temas desde los primeros años de educación en nuestros sistemas escolares aunque, desafortunadamente, las noticias a nivel mundial no son alentadoras en lo absoluto.


“El verdadero conocimiento radica en conocer el nivel de ignorancia de uno”.

Confucio

 



15/02/2017

Antes el ser humano, después el alumno…




"Debemos enfocarnos en construir una relación con nuestros estudiantes antes de iniciar nuestro programa de enseñanza."


Me gustaría insistir en un aspecto del maravilloso mundo de la educación y del aprendizaje que yo considero fundamental: Antes del programa, de las tareas, de las notas, de los exámenes, está la persona. Debemos enfocarnos en construir una relación con nuestros estudiantes antes de iniciar nuestro programa de enseñanza.

El concepto que un educador es tan solo un transmisor de información está, por suerte, siendo superado. Un educador es mucho más que un programa de estudios y para un estudiante es importante que nosotros mostremos interés en el ser humano antes que en el alumno.

Debemos conectar emocionalmente con nuestros estudiantes para que se sientan a gusto, tomados en cuenta y respetados. Solo así generaremos la suficiente Atención, Motivación y Concentración fundamentales para un aprendizaje efectivo.

1.       Los primeros minutos…
…para involucrar a nuestros estudiantes en una conversación casual. Preguntémosles acerca de su día, si pasaron por algo emocionante, si tienen algún programa interesante para la semana. Hablemos de juegos, música, programas de televisión, deportes, películas y cualquier otra cosa que quieran discutir.
Recordemos que durante una conversación, las dos partes aprenden. Sin llegar a preguntas directas que puedan incomodar, a través de estos breves encuentros informales, nosotros los educadores podemos tener una panorámica más amplia y certera de la situación familiar de cada estudiante y así conocerlo más en su intimidad. En base a las respuestas, podemos saber muy rápidamente quién tiene una vida casera dura, si los padres están “presentes” o “ausentes”, si son estimulados a leer, a escribir, a pensar. Podemos lograr fuertes conexiones que nos permitirán diagnosticar eventuales problemas en el aprendizaje. Ellos confiarán en nosotros simplemente porque los sabremos escuchar.

2.       Las actividades extracurriculares…
…son muy importantes para la formación de un niño y que el educador participe en ellas, más importante aún. Debemos interesarnos por las cosas que los estudiantes aman si queremos que ellos se interesen en lo que nosotros amamos. Asistir a uno de sus eventos es un acto simple con el cual demostramos que los ellos nos importan y los tomamos en consideración.
Otra gran razón para asistir a estos eventos es que podemos conectarnos con la familia. Debemos interactuar con los padres de nuestros estudiantes en un ambiente informal. Es una buena manera de mantenerse en contacto y tener conversaciones sobre sus hijos. Podemos compartir información sobre asuntos de clase y temas de casa. En la mayoría de los casos, los padres se sentirán muy bien hablando con los maestros sobre sus hijos. Una buena comunicación Padres-Educadores-Estudiantes es la fórmula mágica que nos va a facilitar el camino hacia una mejor educación.

3.       Estar disponible…
…fuera del estricto horario de clases es algo muy importante para nuestros alumnos. Unos minutos antes de que comience el día escolar, o al finalizar el mismo, tengamos encuentros informales con nuestros alumnos en nuestra oficina, en el patio, en el pasillo, en la cafetería. Podemos decirles que pueden enviarnos un correo electrónico para programar una cita; se sorprenderán de cuántos estudiantes aprovecharán de nuestra oferta. Nuestros estudiantes necesitan ser escuchados (a todas las edades). Las conversaciones pueden ir desde lo profundo y lo triste hasta lo ligero y lo alegre. Sacrificamos parte de nuestro tiempo libre pero gracias a ello obtendremos importantes informaciones de nuestros alumnos que nos permitirán no sólo ayudarles con sus problemas, sino también involucrarlos más en el salón de clases.


"La Enseñanza y el Aprendizaje deben ser siempre una divertida y emocionante diversión compartida.”

06/02/2017

La Empatía en los Educadores…


La Empatía está a la base del nuevo concepto de Educación, mucho antes del Curriculum.

Por encima de cualquier herramienta educativa, está la relación del docente con el alumnado. 

Nuestro cerebro asimila solo lo que nos emociona de alguien que nos emociona.

Para el alumno el encuentro cotidiano con su educador debe ser motivo de alegría, de emoción, de curiosidad, de ganas de comunicar. Solo así ese pequeño y maravilloso cerebro estará en su mejor condición para asimilar y memorizar cualquier información que nosotros le transmitamos.

1. Preguntemos antes de afirmar

Este es el primero paso que debemos aplicar para que la comunicación en el aula cambie. Generalmente solemos imponer nuestra postura y obviamos que existen otras realidades. Fomentemos el diálogo y mostremos interés por nuestros alumnos para que se sientan cómodos para expresarse y así compartir sus problemas y preocupaciones. No importa la edad de nuestros alumnos, nunca subestimemos sus capacidades de análisis y respuesta. Hagan la prueba: Se sorprenderán!

2. Comencemos nuestras conversaciones interesándonos por nuestros alumnos

Estaremos dando un primer paso para que ellos se abran y nos expliquen cómo se sienten. Evitemos hablar sobre nosotros y centrémonos en escuchar, tendremos mucho que aprender seguramente.

3. Conozcamos a nuestros alumnos

Descubramos cosas que desconocemos de nuestros alumnos: Qué hacen al salir de la escuela, qué les gustaría aprender en clase, qué opinan sobre un tema concreto, etcétera. Todo lo que sepamos nos resultará de gran ayuda para nuestras clases, y podremos emplearlo para motivarlos y centrarlos.

4. No tengamos prejuicios ni coloquemos etiquetas

Busquemos la oportunidad de ver y observar a nuestros alumnos sin los filtros que nosotros mismos y la sociedad nos han impuesto con el paso del tiempo.

5. Pensemos y actuemos siempre en positivo

Prestemos atención solo a las cosas que nuestros alumnos hacen bien, obviando lo que hacen mal. Hagámosles saber lo mucho que valoramos el esfuerzo que dedican en aprender y cuánto han aprendido desde el inicio del curso. No nos permitamos ningún pensamiento negativo.

02/02/2017

Educar deja huella…


Nosotros los educadores debemos estar conscientes de un elemento fundamental que tiene que ver con nuestros estudiantes: Dejamos huella. Esa huella puede ser positiva, constructiva o por el contrario negativa, destructiva. 

Seguramente todos nosotros recordamos aquellos maestros y profesores que de alguna manera lograron despertar en nosotros emociones. En lo personal, prefiero ser recordado positivamente así que siempre doy prioridad a la calidad de la relación con mis estudiantes antes que la del curriculum.

No olvidemos que nuestro cerebro aprende solamente algo que le emociona, de alguien que le emociona.

Dejaremos huella si…

…despertamos curiosidad. El estudiante curioso aprende mejor, con más interés y más implicación. Animemos a nuestros alumnos a preguntarse siempre las causas y los efectos, a indagar acerca de las afirmaciones que aparecen en los libros de texto o a buscar más información sobre los detalles que les llamen la atención. Organicemos debates y compartamos en clase.

…les enseñamos a aprender. Ofrezcamos a nuestros alumnos herramientas y estrategias para que ellos mismos construyan su propio aprendizaje. Aprender activamente resulta mucho más eficaz que hacerlo de forma pasiva y además crea hábitos, pautas y recursos que se podrán utilizar en cualquier materia y en cualquier ámbito para actuar de manera autónoma.

…los acostumbramos a pensar. Fomentemos el pensamiento crítico animándolos a utilizar la lógica y la argumentación, a analizar lo que ocurre a su alrededor para cuestionarlo y a decidir por ellos mismos. Son destrezas que utilizarán a lo largo de la vida y cuyo aprendizaje nos agradecerán para siempre.

…les mostramos el lado práctico del conocimiento. Siempre que sea posible, contextualicemos la información que estamos transmitiendo a nuestros alumnos. Nuestro cerebro asimila mejor los conceptos concretos más que los abstractos. Experimentos, excursiones, salidas, anécdotas, enigmas, problemas sobre temas que les afectan directamente y a los que tendrán que enfrentarse en sus vidas.

…los sorprendemos. Seamos creativos y busquemos nuevas ideas para que nuestras clases resulten diferentes y motivadoras. Así mantendremos el interés de nuestros alumnos y comprobaremos qué técnicas funcionan mejor a la hora de enseñar. Recordemos que cuando uno enseña, dos aprenden.

….si fomentamos el amor por la lectura. Un libro, un personaje o una historia que los apasione harán que nunca olviden a su profesor. Leamos con ellos fragmentos de cuentos que les gusten, formemos una biblioteca en el aula, animémosles a traer a clase sus libros favoritos.

…les transmitimos valores. Los estudiantes pasan muchas horas de sus vidas en las escuelas entre números, conceptos, trabajos, exámenes y notas. Tenemos que crear espacios para la conciencia social, la tolerancia, el respeto, la reflexión y el resto de valores que harán de ellos ciudadanos comprometidos y responsables.

…los escuchamos. El aprendizaje es un proceso comunicacional a dos vías: Nuestros alumnos aprenden de nosotros, pero nosotros también aprendemos de ellos. Practiquemos la empatía, tratemos de entenderlos; seguramente nos sorprenderán. Recordemos que no hay dos alumnos iguales por ende, debemos fomentar la integración en clase y prestar atención a los que se sienten más solos o aislados.

…mantenemos una actitud positiva. El humor y la diversión son herramientas indispensables en el aprendizaje. Debemos transmitir el entusiasmo y la alegría de aprender y lo mucho que se puede disfrutar compartiendo conocimientos y experiencias.


…somos justos. Los pequeños enfrentamientos con nuestros alumnos son inevitables, pero será nuestra capacidad para gestionarlos lo que marque la diferencia. Mantengamos la calma, dejemos claros los motivos de nuestra resolución y actuemos con justicia. 

17/01/2017

Conexión humana y Aprendizaje...







Solo a través de la conexión humana nuestro Cerebro aprende.







Un grupo de científicos estudió grupos de bebés desde su nacimiento hasta los 12 meses de edad para determinar cómo y cuándo se adquiere el lenguaje.
Para ello los investigadores crearon diversos escenarios con grupos de niños de 5 a 9 nueve meses.
Un grupo escuchó hablantes nativos de inglés mientras jugaban, otro observó un programa de televisión en el que se hablaba inglés y otro escuchó inglés en una grabación de audio.
Sólo el grupo de niños expuesto al inglés a través de hablantes nativos aprendieron a asimilar los fonemas extranjeros. Su rendimiento fue equivalente a los recién nacidos en Londres que habían estado escuchando a sus padres durante los primeros meses.

Los bebés que fueron expuestos al inglés por la televisión o a través del audio no lograron asimilar nada del idioma.

El estudio proporciona evidencia de que para nuestro cerebro, el Aprendizaje no es un proceso pasivo y que requiere la interacción humana para que produzca resultados satisfactorios.

Padres y Educadores tenemos que tener esto en cuenta: El cerebro de los niños logra asimilar el lenguaje sólo a través de intercambios entre personas.

La interacción humana es fundamental en todo proceso efectivo de Aprendizaje.

Solo a través de la conexión humana nuestro Cerebro aprende.

12/12/2016

El Silencio, nuestro amigo olvidado…



El Silencio no nos pertenece más. 

Estamos abrumados por ruidos de todo tipo, de forma continua y a lo largo de todas nuestras jornadas. Ruidos ensordecedores, intrusivos y molestos que afectan nuestro bienestar.
Tráfico, teléfonos, televisión, música a todo volumen, no permiten concentrarnos y enfocarnos en nuestro presente.

El Silencio nos relaja, nos invita a la reflexión. Tal vez estas acciones son tan temidas que a menudo nosotros mismos queremos cubrir el silencio con ruido. Para evitar reflexionar, pensar, porque estamos incómodos en ese vacío solo con nosotros mismos y necesitamos llenarlo de inmediato con cualquier cosa que nos “distraiga”.

El Silencio es parte fundamental de una buena y sana comunicación. ¿Quién de nosotros logra mantener silencio durante una conversación? Tratamos evitarlo a toda costa con palabras a veces sin sentido. El Silencio nos pesa, porque ya no somos capaces de comunicarnos con él, tenemos que recurrir a las palabras, de otro modo nos sentimos perdidos.

Hemos olvidado que en un diálogo respetuoso y fructífero, son necesarias pausas de silencio en las cuales damos la oportunidad a nuestro cerebro de asimilar para reflexionar y para escuchar activamente a nuestro interlocutor. Sólo de esta manera podemos producir palabras de forma constructiva y positiva. De lo contrario ellas saldrán en ráfagas sin sentido, sólo por la necesidad de querer llenar ese vacío.

Nuestro cerebro "metropolitano" ya no está habituado a convivir con el Silencio y así, pensamientos y preocupaciones invaden nuestras vidas y nos impiden degustar silenciosamente el momento en que vivimos.

Empecemos a saborear el Silencio un poco a la vez y entendamos que no hay que evitarlo, por el contrario, hay que amarlo e incluirlo en nuestra cotidianeidad.

El Silencio nos brinda calma, ayuda a relajarnos, a pensar, nos permite escuchar otros sonidos que no tienen nada que ver con los ruidos abrumadores creados por nuestras ciudades. El Silencio nos obliga a detenernos unos instantes y abandonar la prisa.

Encontremos un lugar tranquilo para pasar, cada día, un poco de tiempo en silencio.

Apaguemos televisión, radio, teléfonos móviles y dediquemos unos minutos al Silencio. Estemos solos o en pareja, en familia, entre amigos, practiquemos el Silencio; obtendremos resultados maravillosos.

Desafortunadamente, nuestro Cerebro está acostumbrado al ruido, no le molesta, por lo que no puede comprender el impacto negativo que tiene sobre nuestra calidad de vida.

Si logramos habituar a nuestro Cerebro a convivir con el Silencio, obtendremos momentos de verdadero bienestar, haciendo que el ruido se vuelva cada vez más insoportable.


Tenemos que reeducar a nuestro cerebro al Silencio.

15/10/2016

Mens Sana – Corpore Sano – Communicatio Sana

El Cerebro: Nuestro órgano social

La Inteligencia Conversacional es la capacidad de conectar, navegar y crecer junto a otros. No se trata simplemente de dar y recibir información; es llevar a nuestro cerebro a un nivel más alto, más amplio para que podamos descubrir y construir el mundo expandiendo nuestras visiones. Nos permitirá ver la realidad desde una panorámica más amplia y compleja, abriéndonos nuevos horizontes de pensamiento y reflexión. El lenguaje cumple un rol fundamental en este proceso. Cuando interactuamos nos estimulamos el uno al otro; la sensación de “amenaza” desaparece en nuestro cerebro y aflora un estado de “calma” que le permitirá construir nuevas conexiones y modificar las existentes para logra un mayor y más profundo conocimiento de la realidad. Al mismo tiempo la Inteligencia Conversacional nos produce una sensación de placer físico y anímico que se traduce en mayor bienestar. Nuestro cerebro necesita estar constantemente conectado con otros, es su naturaleza, es nuestro órgano social. 

26/08/2016

The Net o La Red, ésa es la cuestión…


      
El 23 de agosto de 1991 nace la World Wide Web (WWW) o red informática mundial. Tres letras
que revolucionarán el mundo de las comunicaciones y de la información.

Los términos referidos son tendencialmente siempre en inglés pero, para nosotros los puristas, en español existen algunas alternativas.
El, la Internet, internet
Puede escribirse internet con minúscula si se considera un nombre común referido al servicio y con mayúscula si se percibe como nombre propio de la red. Además, puede emplearse tanto en masculino como en femenino.
Clicar, cliquear o clickear
Hacer clic, clicar y cliquear son tres formas aceptadas para indicar la acción que se hace con el ratón del computador.
Social Media
Medios sociales es el equivalente recomendado.
Anonimizar
Anonimizar es un verbo aceptado para referirse a la acción de ocultar una identidad.
Ciberataque
El prefijo <ciber> se escribe unido y sin guion a la palabra a la que acompaña.
SOPA
La sigla correspondiente a <Stop Online Piracy Act>, se escribe con mayúsculas y sin puntos.
Bloguear
Blog, bloguero y bloguear son términos aceptados.
Post, postear
Se recomienda usar <artículo> o <entrada>. En cuanto al término <postear> son preferibles las expresiones publicar una entrada o un artículo.
Link
Se recomienda utilizar los términos <enlace> o <vínculo>.
Sitios webs o sitios web
Ambas alternativas son válidas.
Login, logon y sign in
Es recomendable utilizar <Inicio de sesión>.
Usabilidad
Usabilidad se refiere a un atributo de calidad que evalúa la facilidad de uso de las webs, es un término adecuado y aceptado.
Banear
La acción de restringir o bloquear el acceso de un usuario, puede sustituirse por verbos como bloquear, suspender, prohibir o restringir.
Stalkear
Es aconsejable el utilizo de acechar, espiar, husmear o acosar.
Password
La palabra correcta en español es contraseña.
Bot
Bot se refiere al programa que recorre la red llevando a cabo tareas concretas, sobre todo creando índices de los contenidos de los sitios.
El wifi o la wifi
El término wifi es válido y puede ser masculino o femenino.
Online
Conectado, digital, electrónico, en internet o en línea serían las alternativas más apropiadas.
Las puntocoms
Las puntocoms es una sola palabra y tienen plural. Se refieren a las empresas que desarrollan su actividad principal en internet.
Webinar
Seminario web es una alternativa apropiada.
Streaming
Emisión en directo o en continuo, según los casos, son las alternativas válidas.
The Cloud
Simplemente La Nube.
El internet de las cosas y el internet de los datos
Las expresiones internet de las cosas e internet de los datos se emplean para referirse a la conexión digital de objetos cotidianos con internet. No necesitan comillas ni cursivas y se escriben con minúscula.

Gracias a Fundéu
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