En algunos países (aún muy pocos), los planes de
estudio y la modalidad de la instrucción en las escuelas están cambiando.
Intentan
centrarse más en el binomio estudiante-educador que en el curriculum, enfocándose
en el pensamiento y la comprensión más que en la memorización.
Para ello la
“nueva” educación y el “nuevo” educador deben ir de la mano con la Neurociencia
para comprender cada día mas acerca de temas tan diversos como la competencia
visual, numérica, lingüística, la atención, la motivación, el conocimiento
explícito, el implícito, la importancia del sueño, etc. Todos elementos de un
todo que es nuestro maravilloso cerebro y de cómo él aprende y memoriza.
Dentro de este
inconmensurable universo, hay ciertos principios con los cuales ya podemos
contar:
1. El
aprendizaje requiere la participación activa y constructiva del estudiante.
El aprendizaje
en la escuela requiere que los estudiantes presten atención, observen,
memoricen, entiendan, establezcan metas y asuman la responsabilidad de su
propio aprendizaje. Estas actividades cognitivas son imposibles sin la
participación activa y el compromiso de los alumnos.
2.
Participación Social
El aprendizaje
es primordialmente una actividad social y comunicativa. Es fundamental que el
alumno participe en la vida social de la escuela y establezca una excelente
relación con sus educadores y sus compañeros de clase.
3. Actividades
significativas
Los estudiantes
aprenden mejor cuando participan en actividades que perciben como útiles en la
vida cotidiana.
4. Relacionar la
nueva información con el conocimiento previo
El nuevo
conocimiento se consolida más sobre las bases de lo que el alumno ya entiende y
ya sabe.
5. Uso de estrategias
El empleo de
estrategias efectivas y flexibles ayuda al estudiante a entender, razonar,
memorizar y resolver problemas.
6.
Autorregulación y reflexión
Los estudiantes
deben saber cómo planear y monitorear su aprendizaje; determinar sus propias
metas de aprendizaje y corregir sus propios errores.
7.
Reestructurar el conocimiento previo
Algunas veces
el conocimiento previo puede obstaculizar el aprendizaje nuevo. Los estudiantes
deben aprender cómo resolver las inconsistencias internas y cuando es
necesario, reestructurar los conceptos preexistentes.
8. Comprender,
más que memorizar
Los estudiantes
aprenden mejor cuando el material está basado en explicaciones y principios que
cuando se basa en la memorización de hechos aislados y descontextualizados.
9. Aprender a
transferir
El aprendizaje
se torna más significativo cuando las lecciones se aplican a situaciones de la
vida cotidiana.
10. Dar tiempo
para la práctica
Aprender es una
tarea cognitiva compleja que no puede ser apresurada. Cada cerebro tiene sus
tiempos y el educador debe conocerlos y respetarlos.
11. Diferencias
de las individualidades
Los estudiantes
aprenden mejor cuando sus diferencias individuales (físicas – sociales –
económicas) son tomadas en cuenta y respetadas.
12. Alumnos
motivados
El aprendizaje
está fuertemente influido por la motivación. No hay materias difíciles, hay
alumnos desmotivados.