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31/10/2017

Dopamina: clave para nuestro bienestar emocional



La Dopamina es un neurotransmisor que incide de manera directa en nuestro estado de ánimo, en nuestra concentración, en nuestra energía y en nuestro comportamiento.


Regula nuestras respuestas emocionales y nos da el impulso para seguir avanzando a pesar de las dificultades o frustraciones.

¿Podemos incrementar nuestros niveles de Dopamina de manera natural sin recurrir a la medicina?

La respuesta, según los neurocientíficos es: Sí.

Centrémonos en los pequeños logros.
Nuestro cerebro elabora Dopamina después que hemos cumplido una meta, pequeña o grande que ella haya sido.

Concentrémonos en lo que nos gusta.
Nuestro cerebro funciona más eficientemente cuando afronta cosas que lo apasionan.

Hagamos alguna actividad física.
El ejercicio físico baja los niveles de estrés ayudando a nuestro cerebro a ser más productivo.

Sigamos un cronograma.
A nuestro cerebro le gusta la disciplina. Organicemos y tratemos de cumplir nuestra agenda semanal.

Consumamos alimentos que contengan Tirosina.
La Tirosina es una aliada de la Dopamina. Carnes rojas, aves, bananas, almendras, té verde, melón, yogurt, café son algunos alimentos que la contienen.

Oigamos música.
Estudios demuestran que oír música eleva los niveles de Dopamina en nuestro cerebro.

Meditemos.
La Meditación calma a nuestro cerebro y lo ayuda a que produzca más Dopamina.

24/10/2017

Padres que “son” pero que no “están”…


Como padres, hijos felices y saludables debería ser nuestro más elevado objetivo.

Según la A.A.P. (American Academy of Pediatrics) en los últimos años se ha registrado un aumento significativo y constante de trastornos mentales infantiles.
  • 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental.
  • Se registra un aumento del 43% en el TDAH. (Trastorno de Déficit de Atención con/sin Hiperactividad)
  • Hay un aumento del 37% en la depresión adolescente.
  • Se ha incrementado del 200% la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años.

Los niños de hoy son sobre-estimulados y sobre-premiados, pero carecen de los fundamentos de una infancia sana:
  • Padres emocionalmente disponibles.
  • Limites claramente definidos.
  • Responsabilidades.
  • Nutrición equilibrada y sueño adecuado.
  • Actividad física al aire libre.
  • Juegos creativos no estructurados, interacción social y espacios para el aburrimiento u ocio.

En cambio, los niños en la actualidad disponen de:
  • Padres distraídos y egocéntricos.
  • Padres indulgentes y permisivos.
  • Ausencia de límites y normas.
  • Un sentido de merecerlo todo sin ser responsables de obtenerlo.
  • Un sueño inadecuado y una nutrición desequilibrada.
  • Un estilo de vida sedentario.
  • Demasiada estimulación mono sensorial (visual).
  • Gratificación instantánea.
  • Ausencia de momentos para el ocio o aburrimiento

Nuestros ejemplos educan más que nuestras palabras. 
  • Establezcamos límites. Utilicemos el “NO” sin culpa.
  • Ofrezcamos a los niños lo que NECESITAN, no sólo lo que QUIEREN.
  • Proporcionémosles alimentos sanos y nutritivos.
  • Pasemos con ellos por lo menos una hora al día al aire libre.
  • Compartamos la hora de la comida sin distracciones (teléfonos, videojuegos, tv, etc.).
  • Juguemos más con ellos dejando que sean ellos quienes decidan el juego.
  • Involucremos a nuestros hijos en alguna tarea o quehacer del hogar.
  • Establezcamos para ellos una rutina de sueño.
  • Enseñémosles el sentido de responsabilidad y de independencia.
  • Evitemos protegerlos contra la frustración o la equivocación.
  • Trasmitámosles la virtud del saber esperar.
  • Dejemos que nuestros niños de vez en cuando se aburran.
  • Limitemos el uso de la tecnología para con ellos.
  • Ayudemos a desarrollar su propia creatividad.
  • Estemos siempre emocionalmente disponibles para conectarnos con ellos.
  • Contribuyamos a desarrollarles una inteligencia emocional para que puedan reconocer y gestionar sus propias emociones.
  • Enseñémosles a saludar, a esperar por su turno, a compartir, a decir gracias, a decir por favor, a reconocer el error, a pedir disculpas.
  • Cada vez que podamos regalémosles una sonrisa, un abrazo, un beso, una broma, una lectura, un baile, un juego.


20/10/2017

El mentiroso: Cómo desenmascararlo…


Quien se agita, transpira o respira de manera irregular podría simplemente ser o estar nervioso. Así que tomemos esta lectura como un momento de diversión y distracción. Sin embargo, si notamos algunos de estos comportamientos, no estará de más considerarlos. Podrían ayudarnos a descubrir una mentira o peor aún, un mentiroso.

1) Sacude la cabeza
Si luego de formular una pregunta directa, observamos un movimiento de cabeza repentino, la cabeza hacia atrás o inclinada hacia abajo, doblada o girada hacia un lado, es posible que nos estén mintiendo. Esto generalmente sucede un instante antes de que la persona tenga que responder a una pregunta incómoda.

2) Cambia el ritmo de su respiración
Podría comenzar a respirar pesadamente, levantar los hombros y su voz se debilitarse. Se reduce la capacidad de respiración porque aumentan los latidos del corazón y por consecuencia el flujo sanguíneo.

3) Repite palabras o frases
Esto se debe a que intenta persuadirnos y convencerse a sí mismo. La repetición también es una forma de ganar tiempo para poder ordenar mejor los pensamientos. Cuando alguien no es honesto, a menudo intenta reducir la velocidad al responder para poder pensar qué decir después.

4) Instintivamente cubre las partes más vulnerables de su cuerpo
Esto podría incluir partes como la garganta, el tórax, el cuello, la cabeza o el abdomen. Esto tiene su origen primordial. Su cerebro capta la posibilidad de agresión y ordena proteger las partes más vulnerables de su cuerpo.

5) Se toca o se cubre su boca
La persona que está mintiendo, automáticamente pone sus manos sobre su boca ya que no quiere enfrentar o responder una pregunta. Eso puede significar también que no está diciendo toda la verdad o simplemente está ocultando información (que es la antesala de la mentira).

6) Arrastra sus pies
El arrastrar los pies nos dice que el mentiroso potencial se siente incómodo y nervioso y quisiera abandonar esa situación. Las piernas y los pies son las partes más largas de nuestro cuerpo, son parte activa en el lenguaje no verbal.

7) Da demasiada información
Cuando alguien se va por las ramas o nos da mucha información o muchos detalles que no hemos solicitado, existe una gran posibilidad de que no esté diciendo la verdad. El mentiroso habla mucho porque espera ser más creíble.

8) Tiende a señalar con el dedo
Si el mentiroso siente que está siendo descubierto en su mentira, se vuelve hostil y se pone a la defensiva, intentando girar la conversación en contra de nosotros señalándonos con frecuencia con su dedo índice.

9) Le cuesta modular
Esto se debe a que su cerebro disminuye la salivación en momentos estresantes, lo que naturalmente seca la boca. También tiende a morderse repentinamente sus labios o a contraerlos.

10) Nos mira fijamente sin parpadear
Cuando alguien miente, interrumpe el contacto visual, pero el mentiroso “profesional” se esfuerza por mantener el contacto visual en un intento de controlarnos y manipularnos (v. El Manipulador Emocional). Cuando una persona dice la verdad de vez en cuando mira a su alrededor e incluso a veces puede apartar la vista de su interlocutor.

11) Comienza a sudar
Cuando una persona miente, tiende a ponerse nerviosa y a sentirse incómoda. Eso genera sudoración. Podríamos observar gotas de sudor en el labio superior de su boca o en su frente.

12) Se agita
Algunas personas no pueden estar quietas; otras solo se agitan cuando se ponen nerviosas. Si la persona con la que estamos hablando siempre tiende a moverse mucho o tiene una buena razón para estar preocupado, entonces no nos preocupemos por la agitación. El agitarse también puede ser una señal de que alguien es un mentiroso inexperto que no es capaz de controlar sus propios nervios o que algo malo que está a punto de suceder.

14/10/2017

Education: The importance of training the heart as well as the mind.



“A school curriculum that incorporates happiness and wellbeing will prevent depression, increase life satisfaction, encourage social responsibility, promote creativity, foster learning and even enhance academic achievement.”

The combination of traditional education with happiness and wellbeing is key for an efficient learning process. It emphasises the importance of training the heart as well as the mind.

Education has always focused on academics and fostering positive character strength development. Any efforts to endorse character strengths come from religious, cultural, or political bias.

At a communication level, strength-based interventions also focus on the relationship between teachers and students. Teachers are a big influence on student and the simple attention to wording of positive reinforcement makes a difference.  When a teacher gives a feedback, it should be a specific feedback about the strength the student demonstrated.

Intelligence and academic competencies are not enough for students to succeed in school. Grit, resilience, and other character traits should be emphasized.

Happier students pay better attention, are more creative, and have greater levels of community involvement. They are more optimistic, resilient, hopeful, curious, highly motivated and they develop love for learning.

08/10/2017

Emotional Intelligence: The Equalizer…

Some call it the other kind of smart or EQ (Emotional Quotient), and it is our ability to manage and regulate our emotions and apply them to different circumstances and tasks.

We refer to IQ Test to describe how smart we are, and as a result how capable we will be to get the job done. However, another factor is much more important in determining how well we manage our life: Emotional Intelligence.
Our EI or EQ does not only measure the ability to assess, motivate, or interact with other people, but it is also the capacity to examine one’s own potential for doing these things. Daniel Goleman says this is a “way of thinking about the ingredients of life success.” 

Today, business world pays attention to EI when considering new candidates and training their employees.

Research now point to Emotional Intelligence as the critical factor that sets star performers apart from the rest of the pack. This is because EI affects how we relate to others, and how we navigate the complex web of social encounters that surrounds us. When we can identify certain emotions, know where they are coming from, and how we can better manage them, it becomes easier to deal with external circumstances.   

Our EI helps us to how well we tend to manage stressful situations and negative emotions by having a clear and multi-dynamic sense of the element that is causing us to feel a certain way.

Emotions and logic are contradictories. Nevertheless, they are necessary in high-stress level and constantly changing entrepreneurial environments. 

Emotional Intelligence is intangible. It is a flexible set of skills that can be acquired and improved with practice. Although some people are naturally more emotionally intelligent than others are, we can develop high emotional intelligence even if we are not born with it.

Once a negative mood takes over, we lose sight and suddenly our optimism about the future goes down. Emotional Intelligence keeps us mindful so that our emotions push us forward, instead of holding us back.

Reducing negative personalization, the fear of rejection, managing stress, and being assertive when expressing difficult emotions could help us to improve our EI.

It does not matter how many degrees or other on-paper qualifications a person has, if he does not have certain emotional qualities, he is unlikely to succeed.

As the way we work continues to evolve, these qualities may become increasingly important. This leads us to the other reason why Emotional Intelligence is even more important today than it has ever been in the past.

A high EQ will determine who succeeds in adapting to the changes that are to come and the challenges that we will have to face.

07/10/2017

Un cerebro creativo…


La creatividad es el resultado de trabajo, esfuerzo, constancia. 


Un cerebro creativo puede ayudarnos a solucionar pequeños y grandes problemas de nuestra cotidianeidad, planteándonos muchas veces soluciones impensables e ingeniosas.

La capacidad creativa de nuestro cerebro es prácticamente ilimitada y no es algo exclusivo de artistas o grandes empresarios. Solo hay que desarrollarla.

Foco en el proceso y no en el resultado.
Disfrutar del proceso que inicia con una idea le dará la libertad a nuestro cerebro para plantear alternativas y para desarrollarlas más ampliamente.
Ignorar las críticas
Tanto la crítica como la autocrítica no dejan trabajar a nuestro cerebro con claridad, hay una gran dispersión de energía que se debe evitar si queremos que nuestro cerebro se sienta libre de crear.
Relajarse
El estrés es uno de los principales enemigos de la creatividad. Para un eficiente proceso creativo, nuestro cerebro necesita tranquilidad. (v. “La importancia del aburrimiento” en mi blog)
Anotar las ideas
Muchas veces una buena idea surge en un momento poco conveniente. Al anotarla no se nos olvidará y la tendremos disponible cuando realmente la necesitemos.
Leer
Una de las actividades que más estimula el cerebro es la lectura (no de las redes sociales…). A través de la lectura nuestro cerebro crea nuevas conexiones neuronales. (v. Neuroplasticidad)
Meditar
La meditación (v. Mindfulness – Atención plena) facilita el proceso creativo. Permite a nuestro cerebro centrarse en una idea y a no dispersarse, una habilidad de gran utilidad para el proceso creativo.
Vivir saludablemente
El alcohol, el tabaco, las drogas, el sedentarismo y la mala alimentación son grandes enemigos de nuestro cerebro y afectan negativamente sus capacidades de concentración y de creatividad.
Salir de nuestra zona de confort
Tener nuevas ideas sin salir de nuestra zona de confort limita las opciones. Las grandes ideas requieren de valor y de coraje porque no deben respetar los límites de lo “correcto” o de la “tradición”.
Plantear y Replantear
Toda situación que surja puede plantearse de más de una forma. Muchas veces la solución al problema no está en encontrar una opción creativa, sino en plantear de forma creativa el problema.
Pocas pero buenas ideas
Tener muchas ideas no implica que todas sean buenas, útiles o valiosas.

Ensayo y - mucho, mucho pero mucho - Error

01/10/2017

Comunicar con seres maravillosos: Los niños…



"Más importante de lo “qué” decimos es “cómo” lo decimos."


1.      Cuando hablemos, coloquémonos a su altura y tratemos de que nos mire a los ojos. Así lograremos su atención. No olvidemos dirigirnos a él siempre con respeto.

2.      Más que decirlo, mostrarlo. El ejemplo práctico es interpretado por el cerebro del niño más rápidamente.

3.      Menos es más. Cuantas menos palabras utilicemos, mejor. El cerebro de un niño es capaz de prestar atención solo por cortos periodos de tiempo.

4.      Lo escrito funciona. El cerebro de un niño cuando lee contextualiza y procesa mejor la información. Dejarle una breve nota para recomendarle (nunca ordenarle) lo que debe hacer es una muy eficiente opción.

5.      Paciencia. Cada cerebro es distinto y necesita su tiempo para procesar la información que está recibiendo. La importancia de las pausas y del silencio en la comunicación.

6.      Seccionar. Una recomendación (nunca una orden) a la vez y lo más específica posible. El cerebro de un niño fácilmente divaga y se distrae. (afortunados ellos…)

7.      Involucrar. Al cerebro le gusta sentirse partícipe, se siente valorado e integrado, su autoestima aumenta y su interés en cumplir con las tareas que se le han asignado será mucho más intenso.

Muchas veces, cuando el niño no nos está prestando atención es porque nosotros no nos estamos dirigiendo hacia él de la manera correcta. 

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