Quien
se agita, transpira o respira de manera irregular podría simplemente ser o
estar nervioso. Así que tomemos esta lectura como un momento de diversión y
distracción. Sin embargo, si notamos algunos de estos comportamientos, no
estará de más considerarlos. Podrían ayudarnos a descubrir una mentira o peor
aún, un mentiroso.
1)
Sacude la cabeza
Si luego
de formular una pregunta directa, observamos un movimiento de cabeza repentino,
la cabeza hacia atrás o inclinada hacia abajo, doblada o girada hacia un lado, es
posible que nos estén mintiendo. Esto generalmente sucede un instante antes de
que la persona tenga que responder a una pregunta incómoda.
2) Cambia
el ritmo de su respiración
Podría
comenzar a respirar pesadamente, levantar los hombros y su voz se debilitarse.
Se reduce la capacidad de respiración porque aumentan los latidos del corazón y
por consecuencia el flujo sanguíneo.
3)
Repite palabras o frases
Esto
se debe a que intenta persuadirnos y convencerse a sí mismo. La repetición
también es una forma de ganar tiempo para poder ordenar mejor los pensamientos.
Cuando alguien no es honesto, a menudo intenta reducir la velocidad al
responder para poder pensar qué decir después.
4)
Instintivamente cubre las partes más vulnerables de su cuerpo
Esto
podría incluir partes como la garganta, el tórax, el cuello, la cabeza o el
abdomen. Esto tiene su origen primordial. Su cerebro capta la posibilidad de
agresión y ordena proteger las partes más vulnerables de su cuerpo.
5) Se
toca o se cubre su boca
La persona
que está mintiendo, automáticamente pone sus manos sobre su boca ya que no
quiere enfrentar o responder una pregunta. Eso puede significar también que no
está diciendo toda la verdad o simplemente está ocultando información (que es
la antesala de la mentira).
6)
Arrastra sus pies
El arrastrar
los pies nos dice que el mentiroso potencial se siente incómodo y nervioso y
quisiera abandonar esa situación. Las piernas y los pies son las partes más
largas de nuestro cuerpo, son parte activa en el lenguaje no verbal.
7) Da
demasiada información
Cuando
alguien se va por las ramas o nos da mucha información o muchos detalles que no
hemos solicitado, existe una gran posibilidad de que no esté diciendo la
verdad. El mentiroso habla mucho porque espera ser más creíble.
8)
Tiende a señalar con el dedo
Si el
mentiroso siente que está siendo descubierto en su mentira, se vuelve hostil y se
pone a la defensiva, intentando girar la conversación en contra de nosotros
señalándonos con frecuencia con su dedo índice.
9) Le
cuesta modular
Esto
se debe a que su cerebro disminuye la salivación en momentos estresantes, lo
que naturalmente seca la boca. También tiende a morderse repentinamente sus
labios o a contraerlos.
10) Nos
mira fijamente sin parpadear
Cuando
alguien miente, interrumpe el contacto visual, pero el mentiroso “profesional”
se esfuerza por mantener el contacto visual en un intento de controlarnos y
manipularnos (v. El Manipulador Emocional). Cuando una persona dice la verdad
de vez en cuando mira a su alrededor e incluso a veces puede apartar la vista
de su interlocutor.
11)
Comienza a sudar
Cuando
una persona miente, tiende a ponerse nerviosa y a sentirse incómoda. Eso genera
sudoración. Podríamos observar gotas de sudor en el labio superior de su boca o
en su frente.
12)
Se agita
Algunas
personas no pueden estar quietas; otras solo se agitan cuando se ponen nerviosas.
Si la persona con la que estamos hablando siempre tiende a moverse mucho o
tiene una buena razón para estar preocupado, entonces no nos preocupemos por la
agitación. El agitarse también puede ser una señal de que alguien es un
mentiroso inexperto que no es capaz de controlar sus propios nervios o que algo
malo que está a punto de suceder.