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09/01/2017

Affettività e Cognitività…


L’apprendimento scolastico fa parte di un processo collettivo, piuttosto che individuale.  Lo studio da parte degli allievi è notevolmente influenzato dal rapporto con i docenti e con i compagni.
L’affettività e la cognitività* sono correlate per cui un allievo che ha un ottimo rapporto sia con gli insegnanti, sia con i propri compagni sarà nelle condizioni ottimali per applicarsi allo studio in maniera costante e produttiva. Inoltre è noto che il venire accettato all’interno di un gruppo e identificarsi in esso sono caratteristiche fondamentali di un adolescente che sente molto forte la motivazione alla socialità.
Il confronto tra pari (Peer Education) sviluppa una comunicazione tra coetanei che instaurano un rapporto di educazione reciproca ed è utile perché i ragazzi imparano molto gli uni dagli altri. Favorire questo tipo di ambiente in classe aiuta anche i docenti a creare un clima positivo dove sarà più facile e divertente sia insegnare che imparare.
Durante l’infanzia le relazioni più forti sono quelle con i genitori, mentre in adolescenza i legami di amicizia preferiti diventano quelli che si instaurano con i loro coetanei, soprattutto con i compagni di classe. La natura positiva delle relazioni con i coetanei migliora il loro senso di benessere all’interno della società e accresce il senso di autostima.


*Il processo di conoscenza, che include l’attenzione, l’apprendimento, la memoria, il ragionamento.

Losing their Attention…




When kids are restless, when someone is causing trouble, or when we know we are losing their attention, let us give them a break.



1. Let us pick some popular song for 60 seconds and let them dance it. Join in. No talking, no teasing, no mention of it before or after, just 60 seconds of uninterrupted dance action randomly inserted into the lesson when we feel they most need it.
2. One of the main issues in the teacher versus student dynamic is the generational gap, and the sense they have that we really do not understand them. The easiest way to shatter this impression is to familiarise ourselves with the things they love (TV shows, films, music, books). Talk about it in class, reference it in your lessons, draw on examples to illustrate your points, or just as a fun way to add something extra to the lesson.
3. Let us use all that pop culture knowledge to make it as fun as possible. Let us add images from things they will easily recognise and already love.
4. Let us get some funny tickets and a few boxes of chocolates. Throughout the lesson, reward good behaviour and participation with a ticket. At the end of class, anyone with a ticket gets a chocolate. One ticket equals one chocolate.
5. Let us find some stickers of all types and make sure they are cute and funny. Then make it hard to earn one. These require serious effort to earn. Let us make them rewards for unusual effort.

17/12/2016

"¿Qué nos encanta dar, pero odiamos recibir?"




"Juzga más al hombre por sus preguntas que por sus respuestas". Voltaire





¡Un consejo!

Cuando alguien nos dice qué hacer y cómo hacerlo, nuestro cerebro responde con un estado defensivo porque siente amenazada su libertad personal y su toma de decisiones. 

El cerebro humano es tan complejo e individual que es mucho más efectivo ayudar a otros a llegar a sus propias ideas y conclusiones. Sólo porque nuestro consejo parece óptimo para nuestro cerebro, no significa que sea útil para el cerebro que estamos tratando de influir. Para una decisión real, la inspiración y la respuesta adecuada, tienen que surgir desde nuestro íntimo.

Demos espacio. No soluciones.

A menudo, cuando alguien nos plantea un problema es porque quiere simplemente ser escuchado. Nuestro cerebro prefiere que le demos espacio más que opiniones.

Demos consejos solamente cuando nos lo pidan.

Identifiquemos nuestras mutuas necesidades.

Con mucha frecuencia en una conversación, no expresamos lo que realmente necesitamos. Nos es difícil comprender si nuestro interlocutor está simplemente pasando un rato agradable con nosotros o si quiere que lo escuchemos o que lo ayudemos con nuestros consejos a solucionar su problema.

Formulemos preguntas reflexivas.

Hacer preguntas es un arte en sí mismo. Requerimos una elevada capacidad empática para poder ponernos en el mundo de la otra persona y así ser capaz de comprender cómo podemos apoyar su proceso de pensamiento elevado. Debemos focalizarnos en las preguntas que vamos a hacer en lugar de los consejos que queremos dar. Esto no quiere decir que no podemos dar un consejo, pero es mejor hacerlo con moderación y con discreción.

Una buena pregunta puede tener más impacto que un buen consejo.

12/12/2016

El Silencio, nuestro amigo olvidado…



El Silencio no nos pertenece más. 

Estamos abrumados por ruidos de todo tipo, de forma continua y a lo largo de todas nuestras jornadas. Ruidos ensordecedores, intrusivos y molestos que afectan nuestro bienestar.
Tráfico, teléfonos, televisión, música a todo volumen, no permiten concentrarnos y enfocarnos en nuestro presente.

El Silencio nos relaja, nos invita a la reflexión. Tal vez estas acciones son tan temidas que a menudo nosotros mismos queremos cubrir el silencio con ruido. Para evitar reflexionar, pensar, porque estamos incómodos en ese vacío solo con nosotros mismos y necesitamos llenarlo de inmediato con cualquier cosa que nos “distraiga”.

El Silencio es parte fundamental de una buena y sana comunicación. ¿Quién de nosotros logra mantener silencio durante una conversación? Tratamos evitarlo a toda costa con palabras a veces sin sentido. El Silencio nos pesa, porque ya no somos capaces de comunicarnos con él, tenemos que recurrir a las palabras, de otro modo nos sentimos perdidos.

Hemos olvidado que en un diálogo respetuoso y fructífero, son necesarias pausas de silencio en las cuales damos la oportunidad a nuestro cerebro de asimilar para reflexionar y para escuchar activamente a nuestro interlocutor. Sólo de esta manera podemos producir palabras de forma constructiva y positiva. De lo contrario ellas saldrán en ráfagas sin sentido, sólo por la necesidad de querer llenar ese vacío.

Nuestro cerebro "metropolitano" ya no está habituado a convivir con el Silencio y así, pensamientos y preocupaciones invaden nuestras vidas y nos impiden degustar silenciosamente el momento en que vivimos.

Empecemos a saborear el Silencio un poco a la vez y entendamos que no hay que evitarlo, por el contrario, hay que amarlo e incluirlo en nuestra cotidianeidad.

El Silencio nos brinda calma, ayuda a relajarnos, a pensar, nos permite escuchar otros sonidos que no tienen nada que ver con los ruidos abrumadores creados por nuestras ciudades. El Silencio nos obliga a detenernos unos instantes y abandonar la prisa.

Encontremos un lugar tranquilo para pasar, cada día, un poco de tiempo en silencio.

Apaguemos televisión, radio, teléfonos móviles y dediquemos unos minutos al Silencio. Estemos solos o en pareja, en familia, entre amigos, practiquemos el Silencio; obtendremos resultados maravillosos.

Desafortunadamente, nuestro Cerebro está acostumbrado al ruido, no le molesta, por lo que no puede comprender el impacto negativo que tiene sobre nuestra calidad de vida.

Si logramos habituar a nuestro Cerebro a convivir con el Silencio, obtendremos momentos de verdadero bienestar, haciendo que el ruido se vuelva cada vez más insoportable.


Tenemos que reeducar a nuestro cerebro al Silencio.

07/12/2016

La Inteligencia Conversacional: Nuestra Inteligencia Social


La Inteligencia Conversacional es una competencia que se puede cultivar y se expande con la práctica. Es nuestra Inteligencia Social ya que mientras el resto de las inteligencias son más individualistas y se desarrollan en solitario, ésta nace como resultado de un esfuerzo colaborativo junto a los demás.

La Inteligencia Conversacional nos va a dar la posibilidad de:

1.- Influir en nuestra química cerebral por consecuencia, en nuestra salud.
2.- Expresar e intercambiar nuestros pensamientos y sentimientos íntimos con nuestro interlocutor.
3.- Ampliar nuestra visión de la realidad y del Mundo.


El establecimiento de lazos profundos de confianza origina la liberación, a nivel cerebral, de una serie de sustancias como la oxitocina, la dopamina y la serotonina, que contribuyen a la sensación de bienestar. Cuando confiamos, nos sentimos mejor y más positivos; adoptamos una actitud más abierta a nuevas experiencias y nos sincronizamos con los demás.
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